“Es una mala idea", señalan

Se opone Anpec al impuesto para los alimentos chatarra

Dirigente de la Anpec sostuvo que el gravamen propuesto por Morena en el Congreso capitalino “es una mala idea y disociada de la realidad”

Un hombre vende un refresco a un hombre en la calle, en 2020.
Un hombre vende un refresco a un hombre en la calle, en 2020. Foto: Cuartoscuro

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), socio de la industria refresquera, dijo estar en contra del nuevo impuesto que se propone implementar en la Ciudad de México sobre la venta de bebidas energizantes, refrescos y comida chatarra, con el objetivo de reducir su consumo con miras a la próxima Copa Mundial de Futbol FIFA, de la cual será sede la Ciudad de México en 2026.

El dirigente de la organización comercial que representa a 214 mil de las 700 mil tienditas que hay a lo largo del país, Cuauhtémoc Rivera, sostuvo que el gravamen propuesto por la bancada de Morena en el Congreso capitalino “es una mala idea y disociada de la realidad”.

  • El Tip: La iniciativa no define qué se hará con los recursos, pero Fernando Zárate planteó que se destinen al Poder Judicial y a la fiscalía.

“Están castigando directamente al comprador y complicando la venta al vendedor. En la medida que las ventas se complican, el vendedor vende menos y se reducen sus márgenes de utilidad, lo que complica que se mantenga abierto el negocio”, aseveró a La Razón.

En contraste, la coordinadora de salud alimentaria en El Poder del Consumidor, Paulina Magaña, enfatizó que no hay evidencia de que los impuestos a productos dañinos para la salud, como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios impacten a los pequeños negocios.

“No se registró ninguna afectación derivada del impuesto a los pequeños comercios, pero a partir de que empezaron a crecer las cadenas de conveniencia, como Oxxo, cada vez más pequeños negocios fueron cerrando”, afirmó.

La iniciativa del diputado Fernando Zárate Salgado contempla reformar el artículo 164 bis del Código Fiscal local, que corresponde al impuesto de venta final de bebidas alcohólicas. De aprobarse la propuesta, se ampliará la tasa de 4.5 por ciento adicional a la venta final de bebidas energizantes y saborizadas, alimentos no básicos con alto contenido calórico, como frituras, chocolates y otros.

Paulina Magaña destacó que estos gravámenes sí impactan en los hábitos de consumo de la población, pues cuando se implementó el impuesto sí disminuyó el consumo de bebidas azucaradas. “El efecto fue mayor en el primer año del 6.3 por ciento en el consumo”, apuntó.

Si bien el director de la Anpec dijo estar de acuerdo en que deben cambiar los hábitos de consumo, se manifestó en contra de que esto sea con impuestos o por responsabilidad de las tienditas.

“Los pequeños comercios mantienen su operación comercial de la demanda popular y la sociedad demanda refrescos, papitas, botanas, chicles, chocolates… Lo que la gente compra no es responsabilidad del que vende, sino de quien compra”, declaró Cuauhtémoc Rivera.