A las 14:20 horas del 10 de septiembre, cuando una pipa de gas LP explotó sobre el Puente de la Concordia, la checadora Alicia Matías Teodoro indicaba los tiempos a las combis que van y vienen entre la alcaldía Iztapalapa y el municipio mexiquense de Los Reyes, acompañada de su nieta, Jazlyn Azuleth, una bebé de dos años.
En ese instante, el policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Sergio Ángel Soriano, orientaba a personas en el entramado de vialidades y vigilaba a sus alrededores. Sin embargo, ni el oficial ni Alicia Matías Teodoro ni otras 85 personas que cruzaban la zona, advirtieron la tragedia.
- El Dato: La Fiscalía capitalina informó que el conductor de la pipa de gas LP conducía a exceso de velocidad en el Puente de la Concordia, lo cual provocó el accidente.
El ruido del tránsito se cortó por el choque de una pipa de la empresa Silza, S.A. de C.V. con un muro de contención. Un golpe seco, recuerda el uniformado. Luego, apareció una nube blanca de gas inflamable que se expandió inmediatamente y en segundos las llamas envolvieron a todos por completo.
La mujer protegió a su nieta de las llamas con su cuerpo. El oficial Sergio Ángel Soriano, quien corrió a tiempo, regresó para ayudarlas y llevarlas a un hospital. Un video documentó la escena y retrató la solidaridad de la población ante este caso.
La explosión mató a 32 personas y lesionó a otras 53, de acuerdo con la Secretaría de Salud local. Una víctima mortal fue Alicia Matías Teodoro, quien falleció días después, pero Jazlyn pudo sobrevivir y recuperarse gracias a la valentía del miembro de la Policía Bancaria e Industrial, quien llevaba apenas una semana trabajando ahí.
No obstante, para el héroe de la Concordia los verdaderos héroes fueron los vecinos y comerciantes que lo ayudaron.
- 32 personas, entre ellas varios menores, fallecieron por la explosión de la pipa
Mientras las víctimas de la tragedia aún esperan la indemnización de la empresa Transportadora Silza, S.A. de C.V., que carecía de reglamentación para operar la pipa, Sergio Ángel Soriano trata de ser mejor persona y, por las noches, reflexiona sobre ese día.
“Te quedas despierto, viendo el techo, preguntándote si pudiste hacer algo más”, comentó en entrevista con La Razón.
A TRES MESES DE LA TRAGEDIA EN EL PUENTE DE LA CONCORDIA, ¿CÓMO SE SIENTE?
Como persona, todavía me pesa. Murió mucha gente que no se lo merecía. Profesionalmente, ya me siento un poco mejor.
Mi jefe y mi director me vieron un poco mal y me dijeron: “¿sabes qué? Te vamos a mandar con el psicólogo, para que te desahogues”. Me sirvió mucho. Ya estoy más tranquilo y entiendo que las cosas pasaron por una razón.
- 90 por ciento de las víctimas alcanzó acuerdos reparatorios tras el accidente
¿TUVO PROBLEMA CON VOLVER AL SERVICIO?
Sí. De hecho, me da un poco de pena, pero inclusive me tuvieron que mandar a descansar dos días, algo que realmente es muy raro aquí. Me dijeron: “se cancela todo y vete unos días con tu familia”. Pude calmarme y desahogarme bastante.
EL 22 DE NOVIEMBRE, LA FUNDACIÓN MICHOU Y MAU ANUNCIÓ QUE LA NIETA DE ALICIA MATÍAS TEODORO SALIÓ DE RECUPERACIÓN Y REGRESÓ A MÉXICO. ¿CÓMO SE SIENTE CON ELLO?
Traté de estar al pendiente. Obviamente, no estás ahí ni eres de la familia, pero sí me mandaron videos. Y pues más o menos (me siento cuando los veo). Gracias a los doctores (está mejor), pero a pesar de sus esfuerzos, a la larga le va a quedar una marca.
¿QUÉ HIZO CUANDO REGRESÓ A CASA ESA TARDE DEL 10 DE SEPTIEMBRE?
Al principio tu cerebro no alcanza a procesar todo, lo vas analizando después. Cuando llegué a mi casa saludé a mis hijos. Mi hija me dijo: “te vi en la televisión”, pero trato de separarlos un poco de las cosas fuertes. Me senté a platicar con mi esposa mientras me cortaba el cabello, porque había crecido, y trató de portarse más empática conmigo.
Pero llegas a casa y te quedas despierto, viendo el techo, preguntándote si pudiste hacer algo más.
¿QUÉ HACÍA PREVIO A LA TRAGEDIA?
Estaba en el paradero haciendo mis funciones de vigilancia, apoyo a la ciudadanía, orientándola dónde queda tal cosa, etcétera. De repente escucho un golpe seco y cuando volteo veo una cosa blanca envolviéndolos a todos. En cuestión de un minuto, o tal vez dos, el fuego se elevó.
¿QUÉ PENSÓ EN ESE MOMENTO? ¡Córrele! La verdad ni piensas, nada más vas corriendo. Lo único que le gritaba a la gente era “¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!”. Sí está difícil recordarlo, porque no estás acostumbrado a ver algo así: el fuego consumió a la gente, (observar) cómo todos salen hacia ti pidiendo tu ayuda y, pues (te preguntas), ¿quién primero?
¿QUÉ LO MOTIVÓ A REGRESAR Y QUEDARSE EN EL LUGAR?
¡Híjole, no sé! Me acuerdo de que veo a la señora Alicia, llego con ella y le digo: “¡vámonos!”. Mi cuñado fue quien me apoyó con su moto (para llevarla al hospital).
Regresé a sacar a los que pudimos. Salí adelante gracias a la gente: al comerciante, al chofer y a la gente que iba pasando. Ellos fueron los que me estaban pasando las cubetas de tierra para apagar el fuego. Gracias a ellos salimos adelante.
Yo crecí aquí, cruzando este puente viví ocho años con mi mamá. Ya después me enteré de que muchos de los que me ayudaron iban conmigo a la secundaria.
LO QUE HIZO RETRATÓ LA SOLIDARIDAD TRAS ESTA TRAGEDIA. ¿POR QUÉ CREE QUE SIEMPRE OCURREN ACTOS ASÍ EN SITUACIONES TAN LAMENTABLES?
Por el espíritu indomable e invencible del mexicano. En vez de correr, la gente vino con cubetas para apagar el fuego. Siempre ha sido así, históricamente. En los sismos de 1985 y 2017 y en esta tragedia.
¿CONOCÍA A ALICIA MATÍAS TEODORO?
Sí, no llevaba muchos días aquí, pero es mi paso y platicábamos. “¡Ah, buenos días!, ¿cómo está?”, nos decíamos o echábamos el chascarrillo: “¡Ay, el chofer está bien feo!”, cosas así. Vivimos aquí, varias veces platicamos un poco.
¿CÓMO LA RECUERDA?
Híjole, pues así (mira el mural de Alicia Matías con las quemaduras de la explosión y cubriendo a su nieta con sus brazos) No me voy con una buena imagen. En ese momento yo ni la reconocí, me enfoqué en la bebé.
Así me he llevado su recuerdo y así me lo voy a llevar, como algo triste.
ES UNO DE LOS POLICÍAS MEJOR VALORADOS DE TODO EL PAÍS. ¿SIENTE ALGUNA RESPONSABILIDAD AL RESPECTO?
Para mí es normal. Siempre ando ayudando a la gente. Es algo que, si me lo permiten, llego hasta el final, pero tampoco es como la gran cosa. Yo lo veo como: “sal, haz tu chamba. Y tu premio es salir bien y llegar a tu casa”.
¿HA CAMBIADO SU PERSPECTIVA RESPECTO AL TRABAJO QUE HACE?
Soy más amable y trato de ser más empático y cercano con la gente. Le hago plática y la escucho. Muchas personas se acercan a los policías para contarles sus problemas. Luego llevo a algún detenido y le invito una quesadilla y un refresco. No gano mucho, pero con lo poco. Y también trato de ya no arriesgarme tanto.
¿CONSIDERA QUE LO QUE HIZO TUVO UN IMPACTO CON SUS COMPAÑEROS POLICÍAS?
Sí, se paran y me piden una foto, me cuentan sus problemas o me invitan la comida. Inclusive algunos me quisieron dar dinero. Si cambió algo, siento, es que tratan de seguir otra línea de trabajo.
¿QUÉ RECOMIENDA A SUS COLEGAS PARA SEGUIR ESA LÍNEA?
Que sean valientes, como sé que lo son, pues se duda en este trabajo y seguido mueren policías por esa duda. Que vayan con fe y encomendándose al Altísimo.
Y a la gente que se acerque a nosotros sin miedo. Estamos para ayudarlos. También a veces nos ayuda que platiquen con nosotros. Así como nos necesitan, también los necesitamos.
INCLUSO EN ESTA CIUDAD LA POLICÍA NO TIENE LA MEJOR IMAGEN ENTRE LA POBLACIÓN, ¿A QUÉ CREE QUE SE DEBA ESTO?
A la falta de cercanía y de que se difunda más lo que hacen los compañeros. Si sale adelante esta ciudad es por su trabajo. Falta acercar más a la ciudadanía con la policía. Todos los días salen y dan el cien.
¿CREE QUE SON POCO VISIBLES LOS ACTOS COMO LOS QUE USTED HA HECHO?
Sí, son poco visibles, pero se realizan a diario.