El 22 de septiembre, Lex Ashton “N” ingresó al Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Sur (CCH Sur) vestido de negro, con una sudadera con capucha y cubrebocas, pero con una guadaña, navajas y gas pimienta. Las instalaciones se mancharon por un asesinato.
Si bien la madre del joven de 19 años, presuntamente, advirtió ese día a las autoridades universitarias y al 911 que su hijo salió de casa armado, poco efecto tuvo. El estudiante, de manera azarosa, mató a Jesús Israel, de 16 años, e hirió a Armando, un trabajador de 65 años, quien intentó detenerlo.
Luego del ataque, Lex Ashton “N” intentó huir, pero se fracturó ambas piernas y fue arrestado.
- El Tip: Existen siete centros del IAPA para la atención de la salud mental y la institución habilitó el WhatsApp 55 7809 5579.
Cuatro días después, compañeras de clase hablaron con La Razón y describieron al joven como tranquilo, aunque callado. Algunas bromearon con que algún día los mataría a todos y él sólo reía.
“Siempre se le veía solo, retraído y en su mundo. Me acuerdo que una vez le dije amiga que Lex se me hacía interesante y que estaría padre que fuéramos amigos”, contó Lee a este diario al recordar a su excompañero.
Lex Ashton “N” no sufrió bullying en el CCH, pero nunca tuvo amigos y terminó cobijado por los incel, comunidades de hombres que no han tenido ninguna relación sexual o afectiva con una mujer y que incentivan un resentimiento hacia ellas.
Ahora el joven está en prisión preventiva por homicidio calificado. La tragedia evidenció fallas de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Gobierno capitalino para prevenir la inseguridad, lo cual provocó una serie de protestas y el impulso de políticas públicas en la ciudad para atender la salud mental.