Cambios buscan destrabar la ley de infancias trans

A casi 10 meses de que el dictamen de infancias trans se estancó en comisiones del Congreso de la Ciudad de México, diputados impulsarán una reserva o moción suspensiva al documento, con el fin de hacerle correcciones que permitan generar consensos para que se apruebe.

La reforma congelada busca modificar el Código Civil para el Distrito Federal, para que niñas, niños y adolescentes tengan la oportunidad de cambiar su acta de nacimiento según el género con el que se sientan más identificados.

En el “dictamen alternativo”, la modificación principal será incluir que el cambio de datos se autorice a menores de 11 años sólo con la autorización de los dos padres de familia; y para quienes tengan 11 años o más, bastará con que uno de los padres lo respalde, así lo adelantó a La Razón el diputado Eduardo Santillán, de la Comisión de Administración y Justicia.

La intención de modificar el dictamen se da después de que la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, informó sobre la creación de un consejo que permitirá el cambio de datos en las actas de niños y niñas trans, cuyas familias hayan interpuesto amparos.

Cuando fue aprobado el dictamen, recibió el respaldo de la mayoría de los integrantes de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, y la de Igualdad de Género; sin embargo, hubo desacuerdo al interior de la bancada mayoritaria, lo que no permitió su avance.

En ese sentido, el legislador aseguró que, en todo momento “hemos estado de acuerdo con el tema de fondo”, lo que faltaba era definir la edad para hacer el cambio y el acompañamiento de los padres.

En ese respecto, cuando padre y madre estén de acuerdo del cambio de datos en el acta, se garantizará plenamente la salvaguarda del interés superior del menor, tal como lo planteó Sheinbaum.

“Prácticamente, la propuesta será muy semejante a lo que nos plantea la Jefa de Gobierno. Lo que no ha generado coincidencias es a partir de qué edad se podrá hacer el ejercicio del derecho; en lo particular, veo que vamos avanzando mucho para que pudiera ser a partir de los 11 años, a partir de esa edad podría darse con el acompañamiento de uno de los padres y me parece que, en todo caso, si es menor de los 11 años (que son los menos) debería de ser acompañado por ambos padres”, detalló.

Faltará decidir si será una moción suspensiva en el pleno, para que el dictamen regrese nuevamente a las comisiones y se elabore uno nuevo o sea una reserva acordada en el grupo parlamentario de Morena, con el acompañamiento de otras fracciones.

En estos momentos, expuso Santillán, hay condiciones para que sea uno de los temas para abordarse en el periodo ordinario que está a unos días de comenzar.

Del consejo anunciado por Claudia Sheinbaum el fin de semana, el diputado explicó que el trabajo de éste se realizará en el ámbito administrativo, a partir de los amparos presentados por las familias de los menores transgénero a quienes no se les permitió modificar sus actas y que, por ende, interpusieron recursos legales que derivaron en suspensiones provisionales y definitivas.

Fernanda Pardo, integrante de la organización Trans Infancia, comentó a este medio que el consejo anunciado por Sheinbaum sólo abarcaría los casos de 20 familias que interpusieron amparos; pero hay muchas más en espera de solucionar sus casos, es decir que, el surgimiento del consejo aún no abre la posibilidad general de modificar las actas para todos los niños trans de la CDMX.

La propuesta de padres y madres de niños trans, dijo, es que no haya una edad específica para alcanzar este derecho. Asimismo, promueven que cualquiera de los padres pueda presentarse con el menor al Registro Civil.

“Tuvimos un estudio en el que detectamos que 84 por ciento de estos niños están acompañados únicamente por su mamá. Con esto, automáticamente ese porcentaje quedaría fuera de la iniciativa, por eso nosotros queremos que se acepte a cualquiera de los padres”, opinó.

Respecto a la edad planteada para que sólo uno de los padres autorice el cambio de género, consideró que debe analizarse en razón de que, desde los 36 meses, los menores ya tienen conocimiento de su género, aunque no lo verbalicen. Y si se condiciona, podrían sufrir discriminación durante toda su infancia.