Alistan catrinas para “protesta” en Tláhuac

En el poblado de Santa Cecilia, en la alcaldía de Tláhuac, una de las demarcaciones más afectadas por decesos relacionados con la violencia y la inseguridad, con accidentes o con negligencia, recordar a la muerte cada año cobra otro sentido.

A escasas semanas del Día de Muertos, Raymundo Medina Jaén trabaja en su taller, en la calle Francisco Santiago Borraz, para terminar de elaborar siete catrinas monumentales —en referencia a los mismos niveles del Mictlán—, las cuales decorarán esa vialidad a partir del 27 de este mes.

Las catrinas estarán ubicadas, como cada año, en distintos puntos de esa calle y llegarán hasta las inmediaciones de la estación del Metro Tláhuac, pues entre los habitantes de la demarcación aún queda el recuerdo y la herida abierta de la tragedia que dejó 26 muertos el año pasado, tras el colapso de un tramo de la Línea 12.

Desde su taller, Raymundo Medina cuenta a La Razón que este proyecto, totalmente vecinal, tuvo sus orígenes en el 2011 como un asunto meramente familiar. No obstante, a lo largo de los años ha ido creciendo a tal punto, que ahora es parte de las actividades que los turistas esperan cada temporada.

En los últimos años, vecinos han aprovechado la colocación de las catrinas para poner en evidencia problemas urbanos de la demarcación, como los miles de baches que hay por todas partes, y para recordar a los muertos de manera trágica o por negligencia, como los provocados por la caída de la Línea 12.

Sin embargo, Raymundo Medina explica que originalmente se decidió fabricar estas figuras de cartonería como un homenaje a los fallecidos en los sismos de 2017 en toda la ciudad, con esqueletos que salían de los escombros. 

“Se interpretó de esta manera y no lo desmentimos, la gente puede interpretarlo como quiera... desde el principio se pensó en un homenaje a las víctimas, hubo quien dijo creo que es por los baches y así se hizo totalmente viral. Entonces dije: realmente tenemos un problema de baches aquí en la alcaldía y si va a servir para hacer conciencia, adelante”, explicó.  

Homenaje a posada. A diferencia de los años previos, en los que la exposición estaba compuesta por esqueletos monumentales en blanco y negro, este año los artesanos trabajan para la elaboración de coloridas catrinas, en homenaje a José Guadalupe Posada. 

Mientras su cuñada pone engrudo en los grandes cuadros de cartón, Raymundo, con algunos bocetos en la mano, explica cómo ha sido la relación de estas artesanías con los eventos que han marcado a la capital y que han implicado la pérdida de vidas, como los sismos o la pandemia de Covid-19, así como los mitos y leyendas tradicionales referentes a la época. 

“Hay muchísimos símbolos dentro de la festividad de Día de Muertos. Lo más representativo son las calaveras, las catrinas, pero fuera de eso, hay muchas cosas dentro del culto a la muerte que no siempre se tocan”, dijo. 

Algo que ha permitido crecer a esta actividad —que ya se ha vuelto tan conocida en la alcaldía como la celebración a los muertos en Mixquic o la tradicional velada en San Pedro Tláhuac— es que se trata de una demarcación rural, como lo son también Milpa Alta o Xochimilco, en la que habitan vecinos que se conocen de toda la vida y que mantienen vivas sus creencias. 

“Hay mucha gente todavía en estas alcaldías, interesada en mantener esas creencias de que hay un mundo para los muertos y que no es el cielo”, explica.

La creación de las catrinas de este año comenzó desde enero pasado, cuando el colectivo empezó con la colecta de recursos para poder llevar a cabo esta celebración. Previo a la creación de las artesanías, se realizaron bocetos de las catrinas que lucen vestimentas con motivos relacionados con las entidades que circundan a la Ciudad de México, explicó el artesano.

Raymundo Medina comentó que las piezas que presentan cada año se guardan y, en ocasiones, forman parte del decorativo en otras partes de la ciudad o de la misma alcaldía.

Por ejemplo, este año dos calaveras monumentales irán al Bosque de Tláhuac, el cual es un parque ecológico cuyo mayor atractivo era un lago artificial que se agrietó con el terremoto de 2017, lo que dejó a decenas de comerciantes de la zona con pérdidas de las que aún no se han podido recuperar. 

“Nos buscaron los comerciantes para ver si los podemos apoyar con las calaveras y que esto detone un poco la venta y haga más atractivo el Día de Muertos”, explicó.

Abigail, habitante de esta demarcación, considera que esta actividad “es un reflejo de todo lo que pueden llegar a hacer habitantes de una ciudad tan cercana a la muerte, por mantener vivas sus tradiciones; siempre le ponemos ese colorido a pesar de las grandes tragedias”.

Para Jaime, otro tlahualense consultado, este Día de Muertos tendrá un sentido “más profundo” y será conmemorado “en la calma después de la tormenta”, que fue la pandemia y la crisis económica que dejó.