Hubo una escaramuza que no pasó a mayores

Marchan en CDMX por caso Debanhi y otros feminicidios

De las dos movilizaciones hubo grupos que se desprendieron y llegaron al Zócalo; “No nos conocemos, pero nos necesitamos”, se podía leer en algunas pancartas

El primer contingente se dirigió a la Glorieta de las Mujeres que Luchan.
El primer contingente se dirigió a la Glorieta de las Mujeres que Luchan.Foto: Frida Sánchez / La Razón
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“No se cayó, a ella la mataron”, gritaron cientos de capitalinas y colectivos feministas, que tomaron las calles este domingo, para exigir justicia tras la muerte de la joven Debanhi Escobar y por las víctimas de feminicidio y desaparición del país. 

En al menos dos marchas pacíficas, con pocos disturbios, las participantes tapizaron monumentos y mobiliario urbano con fichas de búsqueda de mujeres desaparecidas, pintas de colores y paliacates morados, como símbolo de la lucha por derrocar al patriarcado y la violencia machista.

Fueron fundamentalmente dos marchas las que tuvieron lugar ayer, hacia la Glorieta de las Mujeres y hacia la Fiscalía de Justicia capitalina, aunque de ambas hubo desprendimiento de pequeños grupos que alcanzaron el Zócalo.

Uno de los primeros contingentes salió al mediodía de la Estela de Luz, desde donde las mujeres con vestimenta blanca y morada avanzaron sobre el Paseo de la Reforma con flores, carteles y fichas de búsqueda en mano. 

“Se lo debemos a las mujeres que nunca volverán”, “mientras haya una sometida nunca seré libre”, “no nos conocemos, pero nos necesitamos”, fueron algunas de las frases que escribieron en pancartas. 

Brenda, una joven adolescente, explicó a La Razón que el motivo por el que acudió a la protesta de ayer fue porque “confía en que la unión entre mujeres” será la única manera de evitar la impunidad e injusticia que se vive todos los días en casos como en el de Debanhi. 

Alrededor de las 13:00 horas, las mujeres llegaron al Ángel de la Independencia, monumento que tapizaron con panfletos con fichas de búsqueda. 

A su paso, por el Paseo de la Reforma, algunas manifestantes se salían del contingente encabezado por madres y familiares de mujeres desaparecidas, para entregar fichas o pegarlas en postes, paradas del Metrobús, paredes o puertas. 

Antes de las 14:00 horas, el contingente llegó a la Glorieta de las Mujeres que Luchan, en donde con un puño en alto, guardaron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas y pasaron lista a las víctimas. 

Más tarde, cerca de las 15:00 horas, un nuevo contingente, encabezado por el colectivo Politécnicas al Grito de Guerra, partió desde el Monumento a la Revolución rumbo a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), resguardado por ateneas que portaban cascos y extintores. 

Aunque las instalaciones del órgano de justicia permanecían resguardadas con vallas metálicas, algunas integrantes del llamado “bloque negro” pegaron fichas de mujeres desaparecidas y realizaron pintas en los alrededores a su llegada al edificio ubicado en la colonia Doctores.

Pasadas las 15:30 de la tarde algunas mujeres con el rostro tapado usaron martillos y palos para golpear y hacer pintas en las instalaciones de la Jefatura General de la Policía de Investigación. 

Aquí también pegaron imágenes de las víctimas, escribieron sus nombres y dejaron marcas de manos con pintura. 

En el sitio se registraron algunas agresiones en contra de elementos del grupo Ateneas de la Policía capitalina, a quienes lanzaron líquidos, brillantina y otros objetos, lo que derivó en que las uniformadas accionaran extintores en su defensa, sin que el incidente pasara a mayores.

Más tarde, cuando la protesta se dispersó casi por completo, la Fiscalía emitió un mensaje para expresar “su profundo respeto a las manifestaciones contra la violencia hacia las mujeres y a favor de la paz”. 

A través de sus redes sociales, la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México aseguró que se escucha a las mujeres y que en todo momento se procura atención y protección para las víctimas

Asesina a su pareja por un arranque de celos

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) dio a conocer que investiga a Marco Antonio “N”, un hombre de 51 años, quien fue detenido la noche del sábado, por su probable participación en un feminicidio perpetrado en la alcaldía Iztapalapa.

De acuerdo con el órgano de justicia, los hechos ocurrieron alrededor de las 22:30 horas del 23 de abril en la colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, cuando policías preventivos fueron alertados de que una mujer había sido lesionada con arma blanca. 

La agresión ocurrió al interior de una vivienda de la calle Villa Fruela, en donde presuntamente el hombre arrebató la vida de su pareja sentimental, de nombre Alma, con ayuda de un machete. 

Cuando los uniformados llegaron al domicilio encontraron a la víctima herida e inconsciente, por lo que requirieron el apoyo de paramédicos, quienes diagnosticaron que la víctima ya no presentaba signos vitales. 

En el lugar también se encontraba el hombre, quien presentaba lesiones en las manos y bajo el efecto de las drogas, por lo que fue trasladado a un hospital para recibir atención médica, a la vez que fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público. 

Tras el hallazgo de la víctima, se activó el protocolo de feminicidio. 

La tarde de ayer, la Fiscalía detalló que se llevan a cabo las indagatorias para establecer cómo ocurrieron los hechos y definir la situación jurídica del detenido. 

“Será la necropsia de ley, realizada por el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), la que determine las causas de fallecimiento de la víctima”, señaló. 

De manera extraoficial, se dio a conocer que la agresión en contra de la mujer ocurrió por un supuesto ataque de ira causado por celos, lo que llevó al hombre a agredir y asesinar a la víctima. 

Los vecinos de la pareja llamaron a las autoridades, tras escuchar los gritos de la mujer. En el lugar también se encontraba la hija de la pareja, quien fue rescatada por los uniformados a su llegada al lugar de los hechos. 

Marco Antonio “N”, presuntamente ya había sido acusado en otras ocasiones por los delitos de secuestro y asesinato, por lo que había sido recluido en un penal del estado de Guanajuato, pero a su salida regresó a la Ciudad de México.