Restauranteros acatan cierre, esperanzados en diálogo

Con negociación en marcha, interrumpen su desafío

Hay posibilidad de que les autoricen la reapertura en semáforo rojo, adelanta a La Razón funcionario de la Secretaría de Gobierno capitalino; tras cacerolazo, bajan la cortina

Cocineros y meseros protestan en avenida Masaryk, ayer, contra los cierres.
Cocineros y meseros protestan en avenida Masaryk, ayer, contra los cierres.Foto: Eduardo Cabrera, La Razón
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Con el diálogo abierto entre autoridades y representantes de restauranteros, existen posibilidades de que el Gobierno de la CDMX conceda la reapertura durante el semáforo rojo, adelantó a La Razón Juan Gutiérrez Márquez, director general de concertación política de la Secretaría de Gobierno local.

El funcionario detalló que aún en alerta máxima por las hospitalizaciones al alza en el Valle de México, los restaurantes, que desafiaron a las autoridades desde el pasado lunes, con una apertura a manera de protesta y manifestaciones con cacerolazos, habría condiciones para que operen abiertos, aunque no al 100 por ciento y sólo en algunas zonas.

Esto se determinará en las próximas horas, después de que este miércoles las partes celebren una segunda mesa de trabajo para abordar el tema.

La esperanza de una resolución favorable hizo que decenas de cadenas que abrieron el lunes con servicio en sus instalaciones desistieran de mantener el desafío, en un segundo día de movilizaciones, que además incluyó un bloqueo en avenida Reforma.

En punto de las 13:00 horas, las cortinas de restaurantes de Polanco se levantaron para dar paso a personal uniformado que salió con cacerolas y cucharones para exigir que se permita abrir a los negocios que constituyen su sustento diario y el de sus familias.

El frente de batalla estuvo conformado por gerentes, subgerentes, meseros, cocineros, hostess, garroteros, y personal de limpieza que salió a hacerse sentir y escuchar sobre una avenida Masaryk semidesierta.

“¡Que-re-mos tra-ba-jar! ¡Que-re-mos tra-ba-jar!”, gritaron con cacerolas y cucharones en mano; una peculiar forma de decir ya basta al cierre de los establecimientos donde laboran.

Daniela, quien desempeña como hostess en Catamundi, compartió con este medio su desesperación, ya que, afirma, tiene a sus padres enfermos y teme que los desalojen de su hogar por no pagar la renta. En una situación similar está David, chef pizzero de La Loya, quien tuvo que poner en venta su auto para pagar deudas y sacar adelante a sus cinco hijos; ninguno de ellos quiere formar parte de los más de 50 mil desempleados del sector en lo que va de la pandemia.

Gráfico
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“Es la una y media de la tarde y llevo un pedido... Estamos enviando de ocho a nueve por día cuando normalmente vendíamos hasta 90 platillos diarios”, relató a La Razón el subgerente del restaurante Bellopuerto, Vicente Rendón.

Las protestas se extendieron con el bloqueo durante un par de horas en el Paseo de la Reforma, hasta que personal del Gobierno capitalino intervino para que se liberara la vialidad, donde ya habían provocado caos vehicular.

A los quejosos se les ofreció el reparto de 2 mil 200 pesos a cada uno, sin embargo, la cifra fue insuficiente para los manifestantes.

“Nos vamos, pero porque somos razonables, no por los 2 mil 200 pesos que nos parece una ofensa y una burla. Lo hicimos para que vean que también podemos cerrar como los informales que son grilleros, porque no nos dejan trabajar aunque nos exigieron medidas sanitarias que nos costaron dinero, mientras que ahí en los taquitos de la esquina un ch… de gente amontonada”, reclamó Cristian Jiménez, gerente de La Logia al director general de Concertación Política de la CDMX, Juan Gutiérrez Márquez.

Las amenazas de reabrir finalmente no se cumplieron y restaurantes como Garabatos Masaryk, Porter, Ouzeria, Pato Manila, Pardo, El Chanclas, Villa Rica y Maison Kayser, entre otros, mantuvieron su servicio de comida a domicilio, pero con la promesa de que siguen las negociaciones con la posibilidad de que se permita una reapertura gradual en diversas zonas de la capital. Por ahora, bajaron la cortina, sólo se replegaron.

Ayer, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, afirmó que continuarán las mesas de trabajo con la intención de encontrar soluciones para los restaurantes; pero mientras tanto, dijo, todos deben de cumplir con las normas sanitarias que establece el semáforo rojo, es decir, sólo comida para llevar.

José Antonio Peña Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, informó que ante la solicitud de la industria sobre los altos cobros por comisiones, que deben pagar a las aplicaciones móviles de comida para llevar, se realizó una reunión de trabajo con las tres empresas más importantes que operan en la CDMX. Al ser parte del ecosistema económico de la ciudad, las apps deben unirse de manera solidaria y empática con el momento complicado que vive el sector restaurantero en la CDMX, agregó.