Por Covid-19, registra Catedral Metropolitana 17 asistentes a misa

La Catedral Metropolitana, patrimonio de la Humanidad, y uno de los recintos más visitados en México, luce mucho más vacía que de costumbre. En la misa de martes, las 70 bancas para 350 personas, solo están ocupadas por 17 feligreses, debido a las medidas de prevención contra el contagio de Covid-19.

Aunque podría pensarse que es normal que acuda poca gente a una misa entre semana a las 10:30 de la mañana, sin embargo, el Sacristán Mayor de la Catedral, Efraín Trejo Martínez, asegura que no es así.

"De entrada la temporada es un tanto baja en el centro, y ahora con esta situación se ha notado más la ausencia de gente, ha disminuido notablemente", dijo a La Razón.

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A la mitad del culto, cuando es momento de dar el saludo de Paz, el padre advierte: "Por favor solo hagan un signo de paz para evitar el contacto". Enseguida, los asistentes deciden no estrechar sus manos, y en su lugar, hacen una reverencia.

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Más adelante, al momento de la comunión, el sacerdote da nuevas instrucciones: "Recibimos la comunión en la palma izquierda para tomarla con la palma derecha". Con ello, se evita ofrecer la santa oblea directamente en la boca, como se hacía antes.

"Son medidas que fueron dictadas por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para contribuir a evitar el contagio del coronavirus. Incluso, se nos ha indicado que el domingo que son misas masivas, se suspenda el culto, aunque sí tendremos misas privadas para los sacerdotes", expresó.

Al término del culto, que duró 30 minutos, el padre anuncia que, por esta temporada, el Cristo de la salud, una escultura del siglo 17 resguardada en la capilla de San Damián, está siendo exhibida al centro del altar de reyes.

"Los invito a hacer una oración para contrarrestar esta pandemia que estamos viviendo", concluyó.

Posteriormente, en entrevista con este rotativo, el Sacristán agregó que "ese Cristo ha sido sacado en situaciones de epidemia, eso se hizo durante la influenza y ahora se hace en esta situación que estamos viviendo".

Para los católicos que acudieron a la misa, la medida es buena:"Creo que está bien, porque pues es una epidemia, y todas las medidas que ayuden son bienvenidas", dijo la señora Edith Ramírez, visitante de Monterrey.

Mientras que Jesús Martínez, habitante de la Ciudad de México, sostuvo que "es bueno que todos cooperemos. Yo vine pero ya no voy a venir, hay que respetar las medidas sanitarias".

gi