Regresa consumo en locales tres meses después

Restaurantes cumplen medidas; clientes... no

Empleados de negocios de comida portan cubrebocas, caretas y reciben a comensales con gel; éstos se saludan de beso, acercan sillas y se molestan cuando no hay lugar para ellos

En el primer día  de reanudación durante el semáforo naranja, medidas de separación e higiene y poca clientela
En el primer día de reanudación durante el semáforo naranja, medidas de separación e higiene y poca clientelaFoto: Cuartoscuro
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en la reapertura de los restaurantes de la Ciudad de México, que permanecían con servicio únicamente a domicilio desde el 1 de abril, los locatarios respetaron las medidas de distancia entre mesas y el uso de equipo de protección; sin embargo, los que las olvidaron fueron los comensales.

Así lo advirtieron vecinos de zonas como Polanco, San Ángel o el circuito Roma-Condesa, en los cuales abundan los comercios de comida.

“Entiendo que existe este entusiasmo por salir, pero los clientes se olvidaron de las medidas. Nadie traía cubrebocas, nadie guardaba la distancia, se saludaban de beso, hoy con la reactivación la gente salió y salió a la chorcha. Cuando veían que las sillas estaban lejos una de otra, las acercaban, debe de haber una revisión más fuerte para ellos”, advirtió Virgilio Passoti, residente de Polanco.

El activista reconoció que los encargados llevaban puestas sus protecciones y recibían con gel a los clientes. Los negocios también se adapataon con códigos QR que sostenían los meseros para que los clientes lo escanearan y accedieran al menú. El Gobierno de la Ciudad de México, a través del Instituto de Verificación Administrativa (Invea), realizó recorridos para verificar que todo estuviera en orden.

“La respuesta de los locatarios ha sido ejemplar, han respetado aforo máximo permitido, extendido mesas en la vía pública respetando la normativa (...) y manteniendo la franja de dos metros para el paso peatonal”, señaló.

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Otro de los problemas, expuso, fue la presencia de muchos repartidores de comida en las banquetas, lo que además de generar aglomeraciones, dificultó el tránsito de peatones.

Caso similar se registró en el corredor Roma-Condesa, narró Liz Palma, quien señaló que los comensales se molestaban con los empleados cuando no les permitían ingresar, para no rebasar el aforo menor a 50 por ciento.

“Cuando los restaurantes no les permitían entrar, entonces los clientes se iban con los ambulantes que sí les permitían comer ahí. También hubo negocios como ‘El Camarón ahogado’ que sí los dejaban entrar sin nada de protección”, indicó.

En San Ángel, Mariela Echegoyen, residente de la zona, aseveró que desde el inicio de la semana se vio un incremento en el flujo de personas en ese tipo de negocios.

Por otro lado, Mayte de las Rivas, presidenta de la asociación La Voz de Polanco, expresó su preocupación por la colocación de mesas afuera de los negocios.

Vecinos de Polanco recorrieron negocios para orientar a los dueños, ayer.
Vecinos de Polanco recorrieron negocios para orientar a los dueños, ayer.Foto: Especial

“Hay algunos restaurantes que están extendiendo sus toldos, no se permitirá que se haga permanente y esto aunado a que muchos de ellos nunca han respetado el plan de desarrollo de Polanco. Vamos a vigilarlos”, dijo.

Por su parte, Duania Ludlow, titular de la Autoridad del Centro Histórico, señaló que en la zona no abrieron ayer todos los establecimientos del primer cuadro de la capital dedicados al giro de los alimentos, pues muchos apenas terminaron de alistarse. Por ello, señaló que espera que la actividad se incremente hasta hoy.

De acuerdo con las estimaciones del Gobierno local, 308 mil 610 personas trabajan en restaurantes y 29 mil 239 en los hoteles de la capital, que también reiniciaron sus actividades ayer, al 30 por ciento.

  • El dato: La Jefa de Gobierno advirtió que el semáforo naranja es más cercano al rojo que al verde, por lo que señaló que el riesgo por el Covid-19 sigue siendo alto y pidió acatar las normas.