Banderazo inicial. Cambiar o desaparecer

Banderazo inicial. Cambiar o desaparecer
Por:
  • larazon

Dunia Ludlow

Hace apenas unos días se inició la campaña electoral con miras a las elecciones locales del DF.

Los ciudadanos estaremos de nuevo frente a rostros y propuestas. Algunos, quienes tendremos la responsabilidad de ser candidatos, empezaremos 45 días que nos llevarán a tomar el pulso y a pedirle al elector su confianza en el marco de un contexto político y social atípico.

Atípico porque el trabajo no será el de siempre. No se trata del uso de las mejores herramientas de mercadotecnia para persuadir, como si estuviéramos vendiendo un producto de consumo masivo. En esta ocasión, seguramente, veremos en la calle, en los recorridos por territorio, en las asambleas y reuniones de vecinos, el rostro del descontento real que peligrosamente puede transformarse en desmovilización y últimamente en abstención electoral.

Esta campaña no se tratará de los candidatos, se tratará sobre la gente. Será mucho mayor el esfuerzo por escuchar e interpretar los reclamos y las expectativas ciudadanas que el esfuerzo para que el candidato proponga. Es la coyuntura de campaña como ejercicio de catarsis colectivo, como espacio para la discusión de los grandes temas: es la gente hablando y los aspirantes oyendo.

Se trata sobre todo de entusiasmar a quienes se han resignado a vivir o a sobrevivir en condiciones desiguales, en comunidades maltratadas, en calles destruidas. Pero no con propuestas inaplicables, ni con soluciones mágicas, sino con planes y proyectos con raíz, origen y razón de ser en los intereses de las comunidades, entendiendo que el cambio que queremos se construye con todos, entre todos.

Las elecciones llegan en un momento indicado para que la voluntad de la gente ayude a señalar el camino que quienes hacemos política debemos seguir, para que las mayorías en el ejercicio sagrado del voto definan la imagen de sus representantes.

Bien interpretado éste podría ser un reestrenar del ejercicio de la actividad política. Mal interpretado, será el refuerzo de la tesis antisistema que amenaza con caos y destrucción.

Este capítulo electoral nos coloca a todos los candidatos en la situación de interpretar el sentir y cambiar con la sociedad, o perder irreversiblemente su confianza y desaparecer.

Particularmente en el Distrito Federal además de los temas urgentes que hay que atender, entre los que destacan por supuesto la inseguridad, los servicios públicos, el estado de las vías y la movilidad, la discusión debe darse en torno a un debate más amplio, como el importante papel que juega la sociedad organizada en los procesos de transformación, no sólo desde el voto, sino desde la influencia real en la toma de decisiones. El candidato que mejor conectará con la comunidad será aquel que con sus propuestas sea capaz de devolverle al vecino la confianza de que éste será tomado en cuenta.

Nos toca en estos 45 días atravesar nuestro territorio no sólo para formar parte del clásico carnaval electoral, sino para sumar voluntades, para devolverle el respeto y el poder al voto, pues el derecho que éste representa es uno de los factores más importantes en la

ecuación del cambio.

Twitter: @DuniaLudlow