Bienal Tamayo impulsa arte moderno y contemporáneo

Bienal Tamayo impulsa arte moderno y contemporáneo
Por:
  • larazon

Ernesto Lozano

La Bienal de Pintura Rufino Tamayo, una de las tres más importantes del país, realiza este año su XV convocatoria, cerrando su plazo de admisión el próximo día 26 de agosto a las 18:00 hrs.

En la Bienal Tamayo pueden participar pintores mexicanos que vivan en el país o que estén realizando estancias fuera de él, y extranjeros que comprueben una residencia mínima de cinco años en México.

Cada artista puede participar con un mínimo de dos y un máximo de tres obras, realizadas entre enero de 2010 y junio de 2011, con formatos no mayores a 200 cm por lado.

De las propuestas recibidas se elegirán un máximo de 50 obras, las cuales conformarán la exposición de la XV Bienal de Pintura Rufino Tamayo.

La Razón conversó en exclusiva con Carmen Cuenca, la directora del Museo Tamayo y Juan Carlos Pereda, el subdirector de curaduría de esta institución, con motivo del cierre del plazo de admisión para la convocatoria de la Bienal Tamayo que convoca esta institución.

¿Quiénes pueden participar en la Bienal Tamayo, en qué consisten los premios y dónde se coleccionan las obras premiadas? Juan Carlos Pereda (J. C. P.): La convocatoria de la Bienal Tamayo es a nivel nacional para todos los artistas profesionales. Hay tres premios de adquisición dotados con 150 mil pesos, cada uno, que son otorgados por el estado de Oaxaca, la Fundación Olga y Rufino Tamayo y el Instituto de Bellas Artes (INBA). Desde el Museo Tamayo se opera la bienal, pero los premios recaen en la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO); esa fue una de las aportaciones que el maestro Rufino Tamayo hizo para lograr una colección de arte contemporáneo y moderno para el estado de Oaxaca, por eso los tres premios de adquisición pasan a formar parte de este museo. Tamayo ya había donado con anterioridad una colección de arte prehispánico para la ciudad de Oaxaca.

Carmen Cuenca (C. C.): Hay que destacar la visión y el equilibrio en los proyectos del maestro Tamayo para sus colecciones de arte mexicano y sus intenciones de descentralización de la cultura, al dejar todo este acervo, de la bienal que lleva su nombre, en el estado de Oaxaca, para disfrute de sus pobladores y con el mandato expreso de que la obra haga periplos itinerantes.

¿Qué destino tienen las obras adquiridas una vez que ingresan al acervo del estado de Oaxaca? J. C. P.: La colección del MACO es viva, constantemente se realizan relecturas y se incorpora en los guiones curatoriales de las exposiciones que esta institución presenta, como en la muestra La Realidad Como Estrategia, en el museo de Oaxaca, donde incorporaron dos premios de la Bienal Tamayo. Todo el tiempo están trabajando en esta colección, donde se presentan en una y otra lectura los premios que se han adquirido en las últimas catorce versiones de la bienal.

¿Qué ha aportado la Bienal Tamayo en estas catorce ediciones a la cultura nacional? J. C. P.: La Bienal Tamayo es un lugar de lanzamiento para muchos artistas, por eso es importante que esté abierta para artistas noveles, para quienes están saliendo de la escuela y que se están enfrentando al mercado del arte, a la promoción, al estudio y análisis del arte. Si vemos en retrospectiva la bienal, por aquí han transitado los Castro Leñero —todos fueron premiados—, también Irma Palacios, Boris Viskin. Los artistas importantes que son referente de la pintura nacional pasaron por la Bienal Tamayo. Cuando se haga un recuento de la historia de la pintura, habrá que consultar los archivos que se han generado del Premio de Arte Joven de Aguascalientes y la Bienal de Pintura Rufino Tamayo, porque ahí es donde se va fraguando, ahí son cortes transversales históricos del acontecer de la pintura en México. Esta bienal, junto a la de Monterrey, que promueve FEMSA, son escenarios privilegiados para poder entender el devenir de la pintura, por eso es tan importante siga vigente, viva, porque históricamente es un referente de los pasos evolutivos de la pintura en México. La exposición y el catálogo que se genera a partir de las convocatorias, son los ladrillos con los que se va construyendo la historia reciente de la pintura en México.

¿Por qué es importante para los artistas noveles participar en estas convocatorias de la Bienal Rufino Tamayo? J. C. P.: La bienal es un evento que promueve de manera real a los artistas, los lanza a ser, a la reflexión, a la confrontación, pero también los coloca en el mercado, que es un fenómeno que no hay que soslayar, si bien no es lo que más nos interesa, les abre panoramas a los participantes. Los dueños de galerías se acercan con mucha confianza al resultado de la Bienal Tamayo, porque ahí hay el esfuerzo de cinco gentes que actuaron como jurados, con una trayectoria impecable, seleccionados colegiadamente con mucho rigor, entre promotores culturales, curadores profesionales, pintores en activo, con una currícula que nadie puede objetar.

C. C.: Hay que destacar que las tres bienales que señala Juan Carlos constituyen una visión de 30 años en las artes plásticas en México. Los historiadores siempre encontraran un referente importante que es el catálogo que se edita de las mismas, porque son proyectos que cumplen con todas facetas importantes: la convocatoria, la apertura, la presentación pública, el premio, la itinerancia, todo esto que a veces nos es difícil concretar por lo que implica en tiempos, esfuerzos y dinero, pero es lo que nos ha ayudado a mantenernos vigentes en el ámbito cultural en México.

¿Qué esperan los organizadores de la XV Bienal Rufino Tamayo? C.C. Esperamos la participación que es importante por un lado, porque se ha hecho mucho esfuerzo en descentralizar, en que haya difusión, entrevistas, pláticas, información escrita en medios impresos y electrónicos. Para nosotros es importante la reflexión, por eso cuando lanzamos la convocatoria quedamos en hacer un debate sobre la vigencia de este tipo de participación, de convocatorias, que es como un termómetro social de la producción artística, y la pertinencia de continuar con la bidimensionalidad o de buscar otras formas de expresión en la artes visuales que cada vez son más complejas, diversas, que requieren otras series de aproximaciones, pero que siguen siendo muy importantes dentro del concepto de la plástica.

Todo esto debe discutirse profesionalmente y concretarse en un documento que nos diga hacia dónde vamos.

J. C. P. La bienal arroja una exposición que puede ser de hasta 50 piezas, antes nos costaba trabajo colocar esta muestra, hoy la bienal itinera más de dos años, todos los museos la quieren, buscan asomarse a que está ocurriendo con la pintura en la actualidad. Regularmente la itinerancia de la exposición va acompañada de ciclos de conferencias en torno a la pintura y al quehacer pictórico del maestro Rufino Tamayo. Hay realmente mucho interés de los museos de provincia por tener la bienal en sus instituciones, conjuntamente con la reflexión que se hace desde lo intelectual, lo académico e institucional.

http://ernestolozano.artelista.com

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