Carlos Joaquín oculta información y miente

Carlos Joaquín oculta información y miente
Por:
  • guillermo_vazquez_handall

Carlos Joaquín mintió al asentar en su declaración patrimonial de conclusión de su encargo como presidente municipal de Solidaridad que no tenía ninguna propiedad a su nombre.

Sin embargo tenía al menos ocho bienes inmuebles que inexplicablemente no reportó como era su obligación y bajo protesta de decir verdad, como se establece en lo dispuesto en la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del estado de Quintana Roo.

Lo interesante del caso es que obvió mencionarlos, aun a riesgo de que esto necesariamente se tenga que considerar como una conducta inapropiada y que incluso podría llegar a tipificarse como ilegal.

Mas aún cuando un mes después de concluir su mandato constitucional al frente del ayuntamiento de Solidaridad sí los incluyó en su declaración patrimonial de inicio al ser designado secretario de Turismo de la entidad.

Si esos inmuebles fueron adquiridos antes de ser funcionario público, la única razón por la cual los escondió con toda alevosía se relaciona con el hecho de que en esa época el Partido Acción Nacional, del que hoy es candidato a la gubernatura, le recriminaba públicamente su falta de arraigo, y como estas propiedades se encuentran todas en el estado de Yucatán, del cual es oriundo, representaban una prueba contundente de sustento de esos ataques.

En resumen, en dicha investigación se hace público literalmente que Carlos Joaquín es dueño de por lo menos ocho propiedades que fueron compradas antes de ser funcionario público, pero que no reconoció cuando presentó sus declaraciones patrimoniales como tesorero y posteriormente como presidente municipal de Solidaridad y que sí lo hizo un mes después de concluir ese cargo, cuando asumió el puesto de secretario de Turismo de la entidad.

Que se le relaciona directamente con la eventual propiedad de 10 inmuebles a nombre de sus familiares más cercanos y que seguramente por esa razón nunca los ha asumido legalmente como propios, obtenidos a lo largo y en coincidencia de su carrera político-administrativa, aunque en la mayoría de los casos es del conocimiento público que le pueden pertenecer, lo cual define un comportamiento tramposo.

Una más que por la fecha de su adquisición se entiende la obtuvo siendo alcalde, que no incorporó en sus declaraciones patrimoniales tanto como presidente municipal como secretario de Turismo pero que sí registra expresamente tener en su declaración denominada 3 de 3, recientemente publicada ya como candidato al gobierno del estado.

Seis propiedades más adquiridas después de esos encargos, reconocidas también en su declaración 3 de 3, que por su monto total no corresponden a una capacidad de compra sustentada en sus ingresos manifestados.

De tal suerte que, de acuerdo a la información recabada, podemos afirmar que Carlos Joaquín podría poseer al menos 27 inmuebles, cifra que no es limitativa, con un valor estimado muy superior a los $100,000,000.00 (cien millones de pesos) de los cuales sólo una decima parte fueron obtenidos antes de desempeñar cargos públicos.

Es muy importante dejar en claro, que la información que da sustento a la investigación y publicación que presenta La Razón, fue obtenida precisamente de las propias declaraciones patrimoniales de Carlos Joaquín.

Esto porque el candidato de la alianza PAN-PRD es muy proclive a denunciar que todas las críticas en su contra son producto de una guerra sucia propiciada por la rivalidad político-electoral.

Sólo que en este caso el valor probatorio de la información, cancela de origen cualquier posibilidad de una situación de este tipo, por el contrario, es Carlos Joaquín quien le debe muchas explicaciones respecto de su omisión expresa y la cuantía de su fortuna personal, no sólo a los electores quintanarroenses, también a las autoridades.

Porque con esto queda demostrado que Carlos Joaquín ha mentido y ocultado información, lo que por consecuencia no lo hace una persona digna de confianza, precisamente cuando su posicionamiento de campaña se fundamenta en una honestidad, que no es capaz de sostener.

Carlos Joaquín propaga por toda la geografía quintanarroense que él representa un cambio, sin embargo del dicho al hecho hay mucho trecho, Carlos Joaquín no es por supuesto un agente transformador.

En todo caso por el hecho de abanderar fuerzas políticas a las de su militancia anterior, lo único que demuestra es una gran ambición personal por el poder, porque el cambio genuino se circunscribe a actitudes y las suyas no son diferentes de lo que él mismo postula que está mal y es producto de sus quejas.

Visto así Carlos Joaquín no es diferente a aquellos a quien señala, resulta que es mucho peor y que ahora derivado de esta publicación, quien por obligación y congruencia, tendría que aclarar en vez de victimizarse como acostumbra.

Twitter: @vazquezhandall