Crecimiento y manufactura

Crecimiento y manufactura
Por:
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Blanca Heredia

Sí, es posible importarlo todo o casi. Puede resultar lo más eficiente en el corto plazo. En el mediano y el largo plazo, sin embargo, importar productos genera costos muy importantes. Lo que no se produce internamente no genera empleo y, sobre todo, no genera el desarrollo de las habilidades y los conocimientos para producirlo.

Esas habilidades y ese conocimiento, al importarse en el producto terminado, acaban exportándose al lugar en el que se manufactura el producto. Otra cosa que se pierde es la posibilidad de innovar. Difícil innovar en la producción de textiles o de aviones o de exploración en aguas profundas en lugares distintos a aquellos en los que tales cosas se producen física y materialmente.

Véase sobre este tema la discusión al respecto desde hace algunos años en la revista The Economist y véase también el caso de Suiza, país que, a diferencia de otros desarrollados, nunca ha descuidado su impresionante plataforma manufacturera. La manufactura, por otra parte, está regresando a Estados Unidos y a partes de la Gran Bretaña. Veremos, como resultado de ello, generación de empleo de diversos tipos —incluyendo empleo calificado—, y también innovación tecnológica tanto en la parte técnica como en la organizativa.

La situación en México se parece, pero es en el fondo muy distinta. Al igual que en EU y Gran Bretaña, la elevación de los precios de la mano de obra china, le está permitiendo a México recuperar parte de la competitividad perdida a raíz del ingreso de China a la OMC a principios de los 00s. Buenas noticias en el corto plazo, pero pésimas en el largo. Buenas porque volvemos a ser competitivos vis a vis los chinos en términos del precio de la mano de obra no calificada. Malas porque, a diferencia de ellos, nosotros no estamos elevando el contenido nacional y el valor agregado —en particular de conocimiento— de nuestras exportaciones.

Maquilar, es decir: juntar insumos importados y exportarlos puede ser una buena pista de arranque, pero no parece, a juzgar por la experiencia de los países exitosos en salir del atraso, una buena apuesta para un desarrollo auto sostenible. Para dejar atrás el subdesarrollo hacen falta otras cosas, la más importante de las cuales es generar las capacidades para producir internamente bienes y servicios con más y más valor agregado tanto para el mercado externo como para el interno.

Generar riqueza de forma sostenida en el tiempo demanda un entorno en el que el maridaje inversión-trabajo-innovación resulte rentable para aquellos que participan en él y en el que aumente la productividad de los diversos factores de la producción de forma sostenida. A México le urge una discusión de fondo sobre su estrategia de crecimiento. Le urge en particular dejar atrás tabúes —no a la política industrial por principio, por ejemplo—, empezar a definir qué cosas quiere producir —no solo maquilar— e identificar las restricciones clave —binding constraints— que habría que eliminar o mitigar a fin de incentivar la inversión de capital y en capital humano para producir los bienes y servicios que decida priorizar de la manera más eficiente y productiva.

bherediar@yahoo.com