Democracia incluyente

Democracia incluyente
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Según la definición que encontramos en el Diccionario de uso del español[[1 Moliner, María, Diccionario de uso del español. Editorial Gredos, S.AU, 2007, Madrid, 3ª. Edición, pág. 928. ]] , el vocablo democracia proviene del “griego demokratía y significa: 1. Sistema de gobierno en que los gobernantes son elegidos por los ciudadanos mediante votación. 2. País con un sistema de gobierno democrático: ‘Las democracias occidentales’. 3. Participación de todos los miembros de un grupo o asociación en la toma de decisiones”.

Luis Salazar y José Woldenberg [[2 Salazar, Luis y José Woldenberg. Principios y valores de la democracia. Instituto Federal Electoral, octava reimpresión, noviembre de 2012, México, D.F., consultado en http://www.ine.mx/archivos3/portal/historico/recursos/IFE-v2/DECEYEC/DECEYEC-CuadernosDivulgacion/2015/cuad_1.pdf]] , definen a la democracia como “una forma de gobierno, un modo de organizar el poder político en el que lo decisivo es que el pueblo no es sólo el objeto del gobierno —lo que hay que gobernar— sino también el sujeto que gobierna”.

La democracia es una forma de gobierno del Estado en donde el poder es ejercido por el pueblo, a través de elecciones periódicas, libres, transparentes y competitivas que reflejan la voluntad popular, por medio del voto. Es el elemento fundamental para legitimar a los Estados soberanos y, por consiguiente, generar la libertad, la igualdad, la transparencia y el respeto a la pluralidad.

El respeto a la pluralidad de ideas y opiniones nos debe llevar a construir una democracia más participativa e incluyente, en donde la voluntad popular se exprese no sólo en las urnas, sino que se manifieste en hechos concretos y reales para que todos los ciudadanos y las ciudadanas tengan una mejor calidad de vida.

La democracia no sólo significa ir a votar y ser votado, sino que de acuerdo con el artículo 3º constitucional es un sistema de vida cuyo propósito es mejorar la calidad de vida de los mexicanos en los ámbitos económico, social y cultural.

Hombres y mujeres debemos participar activamente en los diferentes foros que se están realizando para la elaboración de la Constitución de la Ciudad de México, construyendo nuevas ideas, nuevas rutas, para definir el rumbo que tomará la Ciudad de México, con un marco normativo que incluya las voces de todos, sin exclusión de nadie, con una participación ética y responsable de la ciudadanía en general.

La Constitución de la Ciudad de México también debe incluir los diferentes instrumentos de participación ciudadana, por ejemplo plebiscito, referéndum, consulta popular, presupuesto participativo, etc., en donde sin duda la voz ciudadana se manifiesta no sólo como una obligación, sino también como un derecho de todo ciudadano.

Asimismo, dicha Constitución debe elaborarse sobre la base del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos y debe incluir acciones efectivas para el bienestar de todos, como son: mejorar la participación de las mujeres en la toma de decisiones de la ciudad, tomar en cuenta la opinión y la participación laboral de las personas que son diferentes al resto.

La Constitución de la Ciudad de México debe reconocer y valorar la diversidad cultural e identidad de todos, de nuestros pueblos indígenas y de la diversidad del medio rural, lo cual nos permitirá abrir nuevas oportunidades laborales para todos.

Juntos, ciudadanos y gobierno, definamos el modelo de ciudad que queremos.

Flor de loto: ¡La ética es la estética del alma!

*Magistrado presidente del TEDF.