Don Roberto González Barrera

Don Roberto González Barrera
Por:
  • larazon

Francisco Calleja

Dos eventos sucedidos en mi clase el mes pasado iniciaron la gestación de este artículo; en primer lugar al solicitarles a mis alumnos que eligieran un líder a quien admiraran, entre diez elecciones tres fueron empresarios famosos y, en otro grupo, al pedir una lista de empresas mexicanas trasnacionales, Grupo Maseca fue de las primeras en ser nombrada.

Esto me empieza a confirmar que los héroes del futuro serán empresarios, ante el desgaste y decepción que causan los políticos entre la juventud, y adicionalmente creo que la percepción de cuáles son las grandes empresas mexicanas ha mejorado.

De manera que al enterarme de que el pasado 25 de agosto murió Don Roberto González Barrera a los 82 años de edad, empresario mexicano directamente relacionado con Grupo Maseca y con Banorte, consideré de estricta justicia dedicarle estas líneas a él y a su empresa más emblemática.

Durante estos días mucho se ha comentado sobre su niñez con carencias económicas, sus actividades laborales de juventud y su capacidad de ahorrar en un trabajo bastante común para iniciar, con la compra de un molino de maíz en 1948, lo que ahora es una de las trasnacionales mexicanas más interesantes como es Maseca.

Además de haber sido presidente vitalicio de Banorte, se mantuvo desde su fundación hasta su muerte como presidente del consejo de administración de una empresa que desarrolló la producción y venta a nivel mundial de algo tan aparentemente sencillo como las tortillas y la harina de maíz.

 La empresa como la conocemos actualmente se organizó en 1971 y al año siguiente inició su expansión internacional. Lo que suena verdaderamente impresionante no es que haya cubierto todo México, sino penetrado el mercado estadounidense y que después pudiera hablar de fabricar y vender como líder sus productos en Rusia, Turquía, Australia, China e Italia, por mencionar sólo algunos. Para lograr lo anterior ya trabajaba, también, la harina de trigo y los llamados panes planos, cuyo ejemplo más sencillo serían las bases para pizza.

Es obvio decir que las cifras financieras de la empresa son buenas, su rentabilidad, su flujo de efectivo y otras razones, que cotiza en la Bolsa de Valores en México y en Nueva York, pero es importante agregar que con una idea tan sencilla haya podido desarrollar el emporio que Maseca representa y que le permite dar empleo a un número importante de personas, como puede verse en la gráfica. Sería como el sueño dorado de todos los emprendedores.

González Barrera representa un buen ejemplo de empresarios que se preocuparon menos por las declaraciones formales y las estrategias complicadas y, en cambio, trabajan alrededor de un grupo de productos básicos y partiendo de una idea sencilla la llevan a su máxima expresión, simplemente adaptándose con creatividad a las necesidades de los nuevos sitios donde su empresa llega. Como un eminente contador dijo alguna vez: la enorme dificultad de hacer bien las cosas que parecen fáciles.

francisco.calleja52@gmail.com