El Buen Fin, una oportunidad exitosa

En el contexto internacional que se vive tras conocer al ganador de la elección presidencial en Estados Unidos, las inquietudes que se perciben sobre el planteamiento de limitar el libre comercio nos obligan a ser pragmáticos y mirar hacia nosotros mismos, revalorar nuestras fortalezas como país.

En esta época la apreciación del dólar, que es global, produjo un fenómeno inédito durante El Buen Fin.

En muchas ciudades de nuestra frontera norte observamos que muchas personas cruzaron desde Estados Unidos para hacer compras en territorio nacional, motivadas ciertamente por el tipo de cambio que en estas circunstancias les ofreció ventajas y también atractivas oportunidades.

Recorrí plazas comerciales en Guadalajara, Monterrey, la Ciudad de México y el Estado de México, entidades donde se registra el mayor volumen de compra; el panorama fue alentador durante el fin de semana largo.

Observé a muchas familias llevar en mano las listas de precios de los artículos que les interesaban, comparando y evaluando las promociones que vieron a su paso.

Fueron días intensos para proveedores, comerciantes y consumidores.

La Profeco desplegó toda su fuerza operativa para orientar, conciliar y proteger el bolsillo de las familias.

Es notorio que ahora las personas tienen mucha información para saber qué, cómo y dónde les conviene adquirir.

Y ahí es donde advertimos que el compromiso de ofrecer artículos y servicios de calidad a un costo competitivo, sin engaños y respetando la inteligencia de quien adquiere, sin duda es rentable.

Los 4 días de El Buen Fin fueron una oportunidad voluntaria de propiciar que todos tengan beneficios.

El proveedor termina sus inventarios para renovarlos, el comerciante hace crecer las ventas de su negocio, fortaleciendo la lealtad de sus clientes, que al final de la cadena obtienen mejores precios.

Nuestra economía tiene fundamentos sólidos, así lo han expresado en fechas recientes el Presidente Peña Nieto y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.

En cuatro días la Procuraduría recibió un poco más de 700 quejas formales y realizó 30 mil atenciones a consumidores, alcanzando niveles de conciliación del 95 por ciento.

Con el sustento de estas cifras y ante los millones de operaciones realizadas, el saldo es positivo; demuestra que los intereses de quienes compran y venden pueden converger.

Estoy convencido de que la prioridad para México es la unidad, no como un concepto abstracto, sino como una necesidad para enfrentar coyunturas que nos seguirán retando y ante las que sólo sumando voluntades en todos los sectores, nos permitirán vencer dificultades.

El Buen Fin es un ejercicio que llegó para quedarse y una afortunada muestra de que nuestra economía es dinámica.

Twitter: @ErnestoNemer

Procurador federal del Consumidor.