El NO a López Obrador

El NO a López Obrador
Por:
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Luciano Pascoe

Muy pronto salió Andrés Manuel López Obrador a cantar victoria por el resultado electoral de Morena en la elección federal. Sin embargo, con el paso de los días, se ha dado cuenta que ni su figura ni su partido le son suficientes, por sí mismas, para alcanzar la presidencia en 2018.

Sabe que necesita aliados distintos a aquellos a quienes ha dejado atrás, que difícilmente el PRD de los Chuchos lo respaldará luego de la ruptura con ese partido, que Marcelo Ebrard perdió simpatías luego de contenderle la candidatura presidencial, y que Mancera es su contendiente hacia la próxima elección.

También debe ser consciente de la falta de capacidad electoral que mostró Morena fuera del Valle de México y que, por ende, necesita construir los apoyos territoriales que hoy no tiene.

Pero ya lo conocen, López Obrador ha sido consecuente con su historia y siempre ha marcado la línea que para ser su aliado lo primero que debe ofrecerse es subordinación.

Esta semana, tras una maniobra muy necesaria de los gobiernos federal y el de Oaxaca, de Gabino Cué, quitaron el control de la educación en el estado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Con ello, no sólo se terminó de tajo con la discrecionalidad en la asignación de plazas o promociones, sino con el jugoso manejo de millones de pesos, tantos que se estima que en las cuentas congeladas a la CNTE había mil 800 millones. Nada despreciable para financiar campañas —políticas, de protesta o de chantaje— para mejorar las condiciones del magisterio y su dirigencia.

Ante un respaldo casi unánime a la decisión de Cué, AMLO vio una oportunidad de montarse en una causa, la de la CNTE, convertir en su favor a un público que le es adverso y, muy probablemente, tener acceso a la capacidad operativa, de movilización y financiera de la Sección 22.

En un video publicado en la red ofreció su apoyo y manifestó su respaldo a la CNTE; se llenó la boca de vítores a su lucha, la llamó democrática y le transmitió que los enemigos de sus enemigos son sus amigos.

Extendió la mano y pidió un encuentro con los dirigentes para proponer una alianza de organizaciones sociales que compita electoralmente al lado de Morena el año próximo que se renuevan alcaldías, Congreso y la gubernatura de Oaxaca.

Para López Obrador  la construcción de una nueva candidatura pasa por convencer a quienes se han alejado de las urnas y la CNTE, este año, fue enérgica en su rechazo a las elecciones al llamar a no votar.

La incompatibilidad entre ellos era notoria y, sin embargo, López Obrador se expuso a la respuesta que la Sección 22 le dio.

Andrés Manuel había intentado antes tripular a la Coordinadora y, como entonces, los maestros lo rechazaron; esta vez le dijeron que ni siquiera aceptarían la reunión. La Coordinadora no será subordinada de nadie, ni siquiera de López Obrador.

La Coordinadora rechaza toda reforma educativa que le haga perder privilegios monetarios o de control. La movilización es su vía de supervivencia y, a través de la presión a autoridades, había orillado a gobiernos a hacer su voluntad; con el decreto de Cué esto puede haberse acabado.

El magisterio de Oaxaca, a diferencia de lo que dijo López Obrador, no es democrático ni cree en las urnas como vía para el cambio.

Defender la educación pública es una obligación de la izquierda, sin duda, pero respaldar a un grupo que chantajea una y otra vez para hacerse de privilegios, o que se embolsa enormes sueldos por no trabajar es una aberración.

De aquí a junio de 2018, López Obrador buscará nuevas causas que puedan refrescar su desgastado discurso; ofrecerá su respaldo como vocero y hará que Morena abra espacios en candidaturas para quienes están detrás de esas causas.

Haber buscado a la Coordinadora mostró la debilidad de Morena. López Obrador sigue con el credo de la mafia en el poder y, en vez de ganar adeptos con esa prédica, margina a sus potenciales votantes y los aleja de la ruta electoral.

Andrés Manuel y su izquierda están en el extravío ideológico, programático y electoral. No encuentran la fórmula para volver a aspirar de manera realista a los niveles de votación que él obtuvo en 2006 y 2012.

luciano.pascoe@gmail.com

Twitter: @lucianopascoe