El verdadero “oro del Rin”

Emilio Sánchez Santiago

Hace 74 años, un primero de septiembre de 1939, Alemania inició la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia. El estallido militar desencadenó una guerra total en la que perderían la vida aproximadamente 60 millones de personas.

Nueve meses más tarde, el 10 de junio de 1940, Italia se unió a Alemania mediante el llamado “Pacto de Acero”, y declaró la guerra a Francia y al Reino Unido. Ahí quedaron definidos los dos grupos beligerantes originales: las llamadas potencias del Eje, a las que se unió Japón, versus los Aliados occidentales.

La Segunda Guerra Mundial fue la segunda gran derrota de Alemania en el siglo XX, después de que esta capitulara ante los Aliados de la Triple Entente al término de la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918, contienda que costó a Alemania la vida de 1.8 millones de sus soldados.

 Después de estas inmensas derrotas sufridas por Alemania en el siglo XX, y de las graves consecuencias derivadas de ellas, incluyendo la partición del país en dos, durante 45 años, la Alemania de hoy parece erguirse una vez más sobre toda Europa, por su potencia económica y política, por su cohesión interna, y por su indudable fuerza centrífuga que emana hacia el resto del continente europeo.

La República Federal Alemana (Bundesrepublik Deutschland), surgida después de la Segunda Guerra Mundial, se ha comportado como un leal miembro de la Comunidad Europea, a la cual se unió como estado fundador en 1957; en 1993 se integró a la naciente Unión Europea, y en 1999 firmó su incorporación a la Zona Monetaria Común del Euro. Su conducta internacional ha sido irreprochable.

No deja de ser irónico el hecho de que 68 años después de que Alemania se rindiera incondicionalmente ante los Aliados, incluyendo a los rusos, sea precisamente Alemania quien domine al continente europeo en un sentido económico, y crecientemente político. El cuadro anexo pone de manifiesto las fuerzas económicas de Alemania, Francia y el Reino Unido, expresadas en términos del valor del Producto Interno Bruto de cada país.

La reunificación de las dos Alemanias, la occidental y la del este, lograda el 3 de octubre de 1990, trajo como consecuencia la reunificación del pueblo alemán, por lo que hoy en día, Alemania cuenta con una población total de 82 millones de personas, bastante más que Francia (63 millones) o que Reino Unido (63 millones).

Este milagro alemán obedece al esfuerzo de los alemanes por mejorar su vida a base de trabajo, constancia, patriotismo, sacrificio, unidad, y voluntad de superación ante la adversidad. El verdadero “oro del Rin”, parafraseando a la ópera de Richard Wagner, no es el “anillo de los Nibelungos”, sino la educación y la unidad del pueblo alemán. Finalmente, ellos han logrado a través del éxito económico, una ascendencia sobre Europa que no pudieron conseguir a través de las armas.

No nos debemos sentir sorprendidos al ver que Alemania dicta el rumbo del Euro, establece pautas para los rescates de los países europeos quebrados, y pone orden y reglas al maltrecho y desprestigiado sistema bancario europeo.

emsanchez@prodigy.net.mx