Emergentes, ¿una lenta recuperación?

¿Un ritmo lento de recuperación en las economías avanzadas implica un ritmo igualmente lento en las economías emergentes? Es decir, ante un escenario donde las economías desarrolladas se recuperan de la debacle económica de 2008-2009 a pasos aletargados y todavía se encuentran por debajo de su tendencia de largo plazo; vale la pena preguntarnos si éste tiene que ser también el caso del bloque de economías emergentes.

La pregunta es especialmente relevante al reconocer que estas últimas economías observaron un importante proceso de integración comercial y financiera con el bloque desarrollado en los años previos a la “Gran Recesión” del 2008-2009.

Esta interrogante fue recientemente abordada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su actualización del escenario económico global en este mismo mes. Uno de las principales motivaciones para este análisis por parte del organismo multilateral, fue el reconocimiento de que la recuperación de las economías desarrolladas se espera sea inusualmente lenta comparada con otros periodos posteriores a otras recesiones.

Suponiendo la usual creencia de que la fortuna de las economías emergentes está ligada a aquella de las desarrolladas, sería lógico anticipar que la recuperación económica en las primeras podría ser igualmente lenta. Un análisis de recientes periodos de recesión mundial por parte del FMI parece apuntar en dirección contraria.

 Tomando en cuenta los episodios de recesión global de 1974-75, 1980-83, 1991-93 y 2001 emerge una interesante conclusión: el desempleo de las economías emergentes ha mejorado tras cada recesión global.

Adicionalmente, se identifica que en el periodo posterior a las recesiones de 1991-93 y 2001 el crecimiento económico en el bloque emergente en los tres años posteriores ha excedido al registrado en los tres años previos.

Más aún, en términos de niveles de Producto Interno Bruto (real), éste ha registrado ganancias respecto al periodo previo a la recesión (esto en el caso del episodio de 2001). Por último, el crecimiento del bloque emergente ha sido superior al de las economías avanzadas tras recesiones recientes.

El FMI se aventuró a especular respecto a las razones de este fenómeno y apunta a que mientras los países emergentes parecen más dependientes del bloque avanzado, sus políticas domésticas en términos macroeconómicos han incrementado su “resistencia” a los choques. Sin embargo, el FMI no deja de lado que pudo haberse tratado de la naturaleza de los choques mismos, sin embargo, no es concluyente respecto a esta hipótesis.

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