Instinto y presagio del hombre

Instinto y presagio del hombre
Por:
  • larazon

Ernesto Lozano

A Estrella Carmona,

pintora representativa

enorme perdida para

el arte mexicano.

Al visitar la exposición Instinto y Presagio, de la pintora mexicana Patricia Soriano en las salas 1 y 2 de la Academia de San Carlos, en el Centro Histórico de la ciudad de México, el público tiene la oportunidad de conocer el trabajo de esta creadora que comenzó a pintar en la década de los ochenta, de la que puede verse también, una obra en el Museo de Arte Moderno, dentro de la curaduría Neo Mexicano, el cuadro se titula El amor es como un perro rabioso.

Al asistir a esta muestra comprobamos como los intereses discursivos de Patricia siguen afianzados en la necesidad de hablar de la humanidad, a través de la visión que conecta con todo un bagaje cultural a nivel mundial, que puede ser de nuestra condición animal, de esa condición que nos asemeja a ese mundo que consideramos “ajeno”, que se convierte en un denominador puntual para hablar de los momentos actuales que vivimos en el planeta. Ella nos refleja en sus obras como receptores de destrucción, mutilación y del vaticinio de nuestra propia desaparición, de nuestra inexistencia.

Patricia Soriano es una pintora de los años sesentas, que recién egresada de la licenciatura en arte comenzó a trabajar como académica, con más de 20 años impartiendo talleres de pintura y dibujo en la UNAM y en La Esmeralda, que es productora profesional, acreedora de diversos premios y becas, miembro del Sistema Nacional de Creadores en dos emisiones, una viajera incansable, que ha hecho trabajo social impartiendo talleres para niños en situación de desplazamientos de guerra o por pobreza. Patricia trabaja de igual manera la pintura y la gráfica, aunque también ha incursionado exitosamente en el performance.

El trabajo de esta creadora lo podemos insertar dentro del expresionismo de los grandes, del expresionismo de un Orozco, las manifestaciones de las producciones de las generaciones expresionistas alemanas, del primitivismo grotesco europeo y del popular mexicano.

La Razón conversó en exclusiva con esta creadora que pinta lo que quiere sin hacer concesión alguna ante las demandas del mercado.

¿Por qué la exposición Instinto y Presagio en la Academia de San Carlos?

En las Galerías 1 y 2 de la Academia de San Carlos estoy exponiendo una revisión de la evolución de mi búsqueda de representación, que tiene que ver con mi interés de seguir hablando de esa condición instintiva del hombre y su cercanía con el animal. En ella manifiesto un comportamiento pasional, de rabia, de hambre, de jerarquía, de grupo, de condiciones socioeconómicas que se reflejan en el animal, pero en particular en el perro. Aquí el perro representa un alter ego que han abordado pintores modernos como Gustave Courbet, o contemporáneos como David Hockney, sin olvidar el mundo antiguo, más ancestral como las Cuevas de Almería, en España, el trabajo del medioevo y todos los bestiarios que han citado la imagen de este animal como una conexión con esta otredad.

¿Qué formatos y técnicas utilizas en las obras? Elegí grandes tamaños que van desde 180 x 160 cm, en óleo sobre tela, hasta formatos pequeños de 40 x 40 cm, de madera y que trabajé también en óleo. Sólo hay un cuadro, que es de la colección de Francisco Toledo, que realicé con temple oleaginoso, una nueva experimentación técnica traída por unos maestros desde España; que le dan al tratamiento de los rojos una mayor intensidad.

¿Qué representa el rojo para Patricia? Es uno de los colores que más presente ha estado en toda mi producción a lo largo de décadas, no solamente para significar la conexión con los fluidos del cuerpo, sino por una necesidad de exaltar aquello

tímbrico y profundo, que refleja el calor de la pasión humana.

¿A qué nos llevan tus azules? El contraste básico entre rojo y azul es una manera de hablar, a mi modo de ver, de los opuestos. En su mayoría los cuadros de la sala 1 tienen estructuras geométricas a manera de cristales que van invadiendo el entorno y el paisaje. Esto lo atribuyo de manera metafórica como a la invasión de lo abismal y de lo negativo que vivimos los seres humanos en esta urbe, y a nivel global como todas las condiciones adversas que desestabilizan al ser humano. Es una manera de hablar de narcotráfico, es una representación metafórica de cristales que funcionan formalmente, pero que desde mi perspectiva es un manejo estructural que significa esa representación. En algunos otros cuadros aparecen formas humanas con cabezas cercenadas, sin sus cuerpos, hibridaciones de personajes y cristales, hablando de una condición de violencia, paisaje violentado no solo por estado de colapso ecológico, sino a nivel esencial humano también.

¿Qué lectura actual, con lo que vivimos en cuanto a violencia, se puede apreciar y en qué momento integras la estética oriental en la misma? Cuando empezaron a suceder en México desastres naturales, en esos momentos yo estaba explorando mis cuadros de paisajes, ese fue el primer motor que me incentivó a realizar piezas de cómo poder hablar de inundaciones, cómo hablar de personajes, de ciudad, de tribus, de perros.

Después empecé a hacer integraciones de elementos de carácter oriental, al visitar Japón dos veces y quedar fascinada con sus fetiches, con la gráfica, por cómo resuelven de manera estética la representación, por ejemplo, de un gran Tsunami. Toda esta influencia de tipo simbólico que me ofrece Oriente lo comencé a integrar a las condiciones de mi entorno nacional, surgiendo paisajes a manera de globo terráqueos, con inundaciones, con imágenes derruidas, e introduzco un fetiche de Daruma, acercándome cada vez más a esa estética fina y delicada del paisaje que se tiene en Japón.

¿Qué creadores te marcaron? El alemán Daniel Richter, Luc Tuymans, los mexicanos Germán Venegas, Gilberto Aceves Navarro; me gusta el trabajo de Francisco Castro Leñero, que pese a no ser de un discurso figurativo expresionista ríspido, a mi me da claves poéticas muy importantes.

¿Por qué visitar la muestra? Me voy a sentir muy halagada y reafirmada como ser social si las personas interesadas se dan la oportunidad de ir a ver mi trabajo. Esta muestra es importante para mí porque marca mi regreso a una exposición individual en un recinto académico, porque soy hija de la universidad, es mi Alma Máter.

http://ernestolozano.artelista.com

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