Jim Carrey: trastorno por déficit de atención crónico

Jim Carrey: trastorno por déficit de atención crónico
Por:
  • yolanda_pica

Toronto, Canadá, 1972, escuela St. Francis Xavier, la profesora ya no sabe cómo manejar al nuevo alumno del grupo Jim, es muy inquieto, se la pasa haciendo bromas, se levanta de su asiento, además de dislexia tiene trastorno por déficit de la atención con hiperactividad (TDA), pero sus padres no tienen recursos económicos para procurarle un tratamiento, la negociación que hace con el niño es que si se está quieto toda la clase al final le dará un espacio para hacer un show, cada día arranca las risas y aplausos de sus compañeros. Es muy pequeño, pero ya ha descubierto su vocación.

Es el cuarto hijo de una familia canadiense tradicional, sus padres están frustrados pues se dedicaban a la música y para mantener a su familia tomaron otros empleos. Jim es el favorito de su padre, quien lo alienta a desarrollar sus capacidades de cómico, a su madre, que es una mujer quejumbrosa y enfermiza, le hace shows para hacerla reír y si sus padres pelean él se pone a bailar con unos zapatos de madera rompiendo la tensión.

Practicando frente al espejo, para los 15 años había desarrollado 200 personajes con un estilo conocido como “slapstick”, subgénero de la comedia que incluye acciones exageradas en sus movimientos.

Ante la quiebra económica de la familia, Carrey empieza a trabajar en shows de comedia sin opción a fallar, pues viven en el auto en el patio de unos amigos y la manutención corre por cuenta del adolescente.

Se trasladó a Los Ángeles donde fue descubierto y desde su película “Ace Ventura” sus salarios han sido en millones de dólares.

En los últimos años ha dicho públicamente que sufre depresión y trastorno por déficit de atención, diagnóstico que usualmente lo identificamos asociado a la infancia y que ha generado gran polémica pues los padres de familia piensan que hay abuso del diagnóstico.

La Organización Mundial de la Salud en 2016 reporta que se presenta hasta en el 5 % de la población general y se considera una enfermedad mental crónica.

De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana en su quinta edición, inicia en la infancia con problemas para poner atención y llevar a cabo las indicaciones en la escuela y en la casa que puede o no presentarse con hiperactividad. Si no se trata en la infancia, en la edad adulta persiste y da lugar a otros padecimientos como depresión, ansiedad, problemas de pareja que llevan a divorcio y abuso de drogas.

Los pacientes lo describen así: “ir en un coche de carreras con los frenos de una bicicleta”, por tanto, son impulsivos, distraídos, con problemas para cumplir sus tareas en el trabajo y al no conocer su diagnóstico hacen el doble de esfuerzo que las otras personas para lograr los mismos objetivos lo cual a veces paradójicamente los convierte en exitosos y creativos pero con un alto precio en su estado de ánimo por las pérdidas que enfrentan.

Tiene una base genética y muchos adultos se dan cuenta de su padecimiento cuando sus hijos son diagnosticados, pero lo importante es que se debe de tratar en edad adulta.

Jim Carrey sufre de inestabilidad emocional con sus parejas, estos pacientes fallan porque no les ponen atención y pueden ser infieles por la impulsividad. Ha declarado que fue tratado para sus cuadros de depresión con fluoxetina, pero la falla neurológica y bioquímica en el TDA es diferente en estos padecimientos.

La atención, las funciones ejecutivas y la conducta se llevan a cabo en una zona del cerebro que se llama corteza prefrontal dorsolateral, los neurotransmisores que median estas zonas son: dopamina y norepinefrina, por lo que los fármacos que son usados son los que sirven para mediar estos neurotransmisores, los más importantes en la actualidad son: metilfenidato, atomoxetina y, recientemente, lisdexamfetamina.

Pertenece a la rama de la psiquiatría donde es diagnosticada y tratada.

Carrey tiene 56 años y contribuye dando su testimonio para que otras personas estén conscientes de su enfermedad y se traten.

En sus palabras: “Pienso que todo el mundo debería ser rico, famoso y hacer todo aquello que siempre soñaron. Así podrían darse cuenta que esta no es la respuesta”.