La competencia en el sector cementero

Francisco Calleja

Las noticias de la semana pasada acerca de la aparición de Cementos Fortaleza como nueva competencia en el sector cementero, nos causan a los contadores la urgente necesidad de poner las cifras en contexto, las notas periodísticas se limitan a dar los números que los boletines de prensa juzgan conveniente incluir y las redes sociales se llenan de alabanzas o de vituperios, según las simpatías o falta de ellas, sin una reflexión comparativa de los números.

Se entiende que cualquier movimiento que haga el hombre más rico del mundo, según Forbes, como es Carlos Slim genere atracción inmediata por escribir notas y llame la atención de los periódicos, pero es útil contextualizar las cifras para saber de lo que hablamos.

Carlos Slim y Antonio del Valle son dueños casi a partes iguales de Elementia, la controladora que estará a cargo de estos nuevos Cementos Fortaleza. Hacia el interior de este grupo sí se trata de algo importante, ya que se habla de una inversión de más o menos 3 mil 900 millones de pesos (300 millones de dólares), cuando Elementia reporta en su página un capital contable en 2010 de 6 mil 287 millones de pesos, o sea, que el nuevo miembro del grupo nace teniendo el tamaño de la mitad de la empresa matriz, la cual por cierto reportaba pérdidas de 138 millones de pesos en ese momento. Inmediatamente podemos suponer que participar en el sector cementero producirá utilidades y flujo de efectivo suficientes para mejorar a ese consorcio.

 Hacia el exterior, es decir, hacia las demás empresas cementeras me parece importante comparar con el principal competidor mexicano que es Cemex que al final de 2010 tenía un capital contable de 213 mil 700 millones de pesos. Comparada con nuestra más grande cementera y una de las más grandes del planeta su tamaño es del 1.8 por ciento, con lo cual ya suena agresivo pensar en que el objetivo de Cementos Fortaleza sea ganar el 3 por ciento del mercado nacional. La comparación con el gigante suizo Holcim (dueño de Apasco) es casi de las mismas proporciones, aunque lamentablemente nadie fue a preguntarle a su consejo de administración si estaban preocupados por la nueva cementera mexicana.

Es también curioso leer que se entrevista a Lorenzo Zambrano, quien diplomáticamente reconoce que su empresa es fuerte aunque no hay competidor pequeño, pero es probable que habrá empezado a repasar el cómo mejorar sus ventas hacia la autoconstrucción, suponiendo que allí tenga un punto débil su empresa, ya que se menciona que el nuevo competidor centrará allí sus objetivos.

Como puede apreciarse en la gráfica adjunta, con cifras de 2010 para hacer una comparación justa, sería Corporación Moctezuma y, en todo caso, Cementos Chihuahua las que debían comenzar a preocuparse y a cuyos directores generales valdría la pena preguntarles que piensan acerca de que el hombre más rico del mundo invierta en su mismo sector.

Al comparar las cifras parecen más interesantes y ofrecen otras perspectivas ¿no cree usted?

francisco.calleja52@gmail.com