La Constitución de la CDMX y su legitimidad

Como todos sabemos, hace unos días se publicó la Reforma Constitucional que modifica el régimen jurídico de la Ciudad de México, capital de los Estados Unidos Mexicanos. A partir de esta modificación, la ciudad será una entidad federativa que, a pesar de contar con su propia Constitución, no será llamada “Estado”. De igual forma seguirá siendo el asiento de los poderes federales; es decir, será un distrito federal que ya no será llamado “Distrito Federal”.

Para fijar el nuevo modelo de organización de la Ciudad de México, será necesario conformar la Asamblea Constituyente para que a más tardar el 31 de enero de 2017 apruebe la Constitución Política de la Ciudad de México. El siguiente paso a dar para contar con una Constitución, es integrar la Asamblea Constituyente.

Una Carta Magna es el ordenamiento que da vida a un estado, o en el caso de la Ciudad de México, a una entidad federativa, dotada de plena autonomía. La constitución recoge el modelo de organización del “poder” o atribuciones de las autoridades, así como la relación entre éstas y los individuos que conforman

la sociedad.

En el proceso de aprobación del documento que será el marco dentro del cual se modelarán todas las leyes y disposiciones generales de la ciudad, será importante lograr una participación de parte de todos los sectores de la población. La Asamblea Constituyente estará compuesta por 100 diputados constituyentes que provendrán de distintos poderes políticos: 14 de ellos serán senadores, 14 diputados federales, 6 designados por el Presidente y 6 por el Jefe de Gobierno. Además, 60 diputados serán elegidos por el voto de la ciudadanía bajo el principio de representación proporcional el 5 de junio del presente año.

Dicho órgano constitucional trabajará con la iniciativa presentada por el Jefe de Gobierno y bajo lo establecido en el Reglamento para el Gobierno Interior de la Asamblea Constituyente de la CDMX. En la elaboración de la iniciativa participarán expertos, representantes de la sociedad civil y otras personalidades. Sin embargo, cabe la pregunta: ¿en qué momento del proceso de aprobación de la Constitución de la CDMX podrá participar la ciudadanía?, ¿será posible aplicar un instrumento de participación ciudadana a lo largo del proceso constitucional?

La participación ciudadana no se agotará con el voto que emita el 5 de junio para elegir diputados constituyentes. En el proceso de redacción de la iniciativa, probablemente habrá también participación de la sociedad a través de la organización de foros y consultas. De igual modo, el Constituyente podría someter a referéndum el texto de la Constitución como una vía para que el texto constitucional obtenga una mayor legitimidad.

Participar en el proceso constitucional más importante de nuestra ciudad es una aspiración de cualquier ciudadano interesado en incidir en la decisión y diseño del proyecto de ciudad que todos queremos, y que deberá verse reflejada en el contenido final y aprobación de la Constitución local.

Por ello, será importante que las autoridades que tienen una participación activa en la formación de la Constitución, de acuerdo a lo establecido en la reforma, establezcan los mecanismos para escuchar a la población.

Flor de loto: “Los servidores públicos no son más que ciudadanos en ejercicio de funciones públicas”.

Magistrado presidente del TEDF.

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