La derecha alternativa y Bannon en México

La mano de la derecha alternativa puede alcanzar a México si es que no lo hizo ya. El escándalo por la utilización de datos personales obtenidos por Cambridge Analytics (CA), a través de Facebook, que podrían llegar a 50 millones de cuentas, es la punta de un iceberg profundo en el que se mezclan intereses políticos y empresariales.

La compañía fue fundada por Robert Mercer, un multimillonario que financió la campaña de Donald Trump y le obsequió, además, a un estratega: Steve Bannon.

Desde el portal noticioso Breithart, Bannon ya había construido la narrativa racista y de ultraderecha que animaría los discursos de Trump y que iría sumando adeptos en el submundo de grupos neonazis, como los de Richard Spencer, un defensor de la supremacía blanca.

Una de las claves del éxito de Mercer y Bannon fueron los estudios de CA, que no sólo construyeron redes de apoyo al candidato republicano, sino que hicieron un perfil de los prejuicios y aspiraciones de la Norteamérica profunda.

De ahí vienen ideas como la construcción del muro en la frontera con México, meter a la cárcel a Hillary Clinton y las de devolver el orgullo a una nación supuestamente maltratada por sus socios.

No es juego. En 2016 Mercer apoyó, por medio de CA, a Niel Farage, el ultranacionalista británico, en el delirio de salir de la Unión Europea y lo lograron.

Lo pueden hacer en otros lugares y sin duda lo intentarán o lo están haciendo. En un reportaje de Channel 4 News queda claro que han trabajado en México, aunque aún no sepamos con quién ni el alcance que pudieron tener.

Bannon dejó de ser financiado por los Mercer después de la aparición del libro Fuego y Furia de Michael Wolff, pero la ideología que alimentó su alianza durante años sigue vigente y no han renegado de ella.

Hay que tener presente que para Bannon las cosas irán empeorando y que es justo en esa descomposición donde se abrirá un espacio todavía más grande para la derecha alternativa.

Las discordias de Trump con el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto vienen justamente de esa mezcla de odios que alimentó Bannon durante la campaña y en su paso por la Casa Blanca.

Tanto Mercer como Bannon saben que los sentimientos son los que están moviendo a electorados poco proclives a buscar información de calidad y bastante crédulos.

Es ahí donde las redes sociales juegan un papel que puede convertirse en decisivo si no se toman las providencias necesarias y se transparenta la actividad de empresas que se dedican a propagar fechorías y a inventar historias.

Los estrategas y financieros de la derecha alternativa están trabajando duro para lograr sus objetivos y hoy las fuerzas democráticas deben tener esto en cuenta y actuar antes de que sea demasiado tarde.