La venta de Comex

La venta de Comex
Por:
  • larazon

Francisco Calleja

El 12 de noviembre se anunció que Sherwin Williams compraba a Comex en 2 mil 340 millones de dólares. La fusión será oficial hasta marzo próximo, cuando la Comisión Federal de Competencia autorice.

Se entiende como positivo que la marca Comex se distribuirá mejor en Estados Unidos, Canadá, Brasil, China y Argentina; mientras que lo negativo que el ramo de pinturas y recubrimientos en México importa más de la que exporta.

Se trata de un caso más de un gigante trasnacional que adquiere una empresa mexicana, la empresa estadounidense que fundaran Henry Sherwin y Edward Williams en la década de 1860, cuenta con 33 mil empleados y hace negocios en más de un centenar de países. Tiene un crecimiento importante y sostenido durante los últimos tres años en lo que se refiere a sus ventas, que en millones de dólares han pasado de 7 mil 94 en 2009 a 7 mil 776 en 2010 y a 8 mil 766 en 2011; es decir, incrementos del 10 y 13 por ciento respectivamente.

Su utilidad se ha conservado estable, en millones de dólares también, con 436 en 2009, 463 en 2010 y 442 en 2011. Esto es importante porque si revisáramos 2007 y 2008 veríamos que fueron años malos para la compañía, tanto en ventas como en utilidades, obviamente afectadas por la crisis inmobiliaria de su país, pero se ha recuperado y muestras cifras sanas.

Su solvencia es apenas buena y su apalancamiento es alto, pero no podemos pedir más si adquiere empresas del tamaño de Comex para acrecentar su presencia a nivel mundial. En cambio, en la gráfica anexa puede observarse que sus recursos generados por la operación le han permitido pagar sus deudas y realizar inversiones, dejando en cada uno de los tres últimos años recursos generados netos que aumentan el efectivo con el que cuenta.

 Si comparamos lo anterior con Comex, la empresa mexicana considera la década de 1960 como su inicio y llegó a vender, según se dice, mil 400 millones de dólares en 2011, o sea que su comprador es seis veces más grande que ella. No disponemos de cifras públicas, así que no podemos decir más.

Si se leen las declaraciones al respecto de esta operación que se hicieron en los días pasados, veremos los esfuerzos denodados de todos los participantes en ser positivos y buscarle las bondades a que esto suceda, los antiguos dueños se dicen felices de haber vendido, los integrantes del sector saludan la presencia de la trasnacional y los observadores tratan de leer las cifras de manera que no parezcan representar una actividad tendiente al monopolio.

Pero tenemos que reconocer que es una compra más de una empresa mexicana que nos dice que nuestras organizaciones no llegaron a un nivel competitivo internacional, sino que simplemente fueron atractivas para que un pez más grande las comiera. Alfonso Reyes decía que México llegaba tarde al banquete de la cultura y podríamos decir que también lo hace al mundo empresarial globalizado en que nos toca vivir, cuando menos no seremos los que toman las decisiones en el mundo de la pintura y los recubrimientos.

francisco.calleja52@gmail.com