Límites al ritmo de actividad económica

Límites al ritmo de actividad económica
Por:
  • larazon

Factores que en los próximos meses podrían limitar el ritmo de actividad económica. Este es una de los temas incluidos en la encuesta de expectativas de analistas del sector privado que mensualmente levanta el Banco de México entre un buen número de participantes.

Tal como podemos adelantar, los factores que usualmente son más favorecidos por los participantes tienen mucho que ver con la coyuntura económica por la cual se atraviesa. No obstante, resulta interesante el observar que aún a través de una de las crisis económicas y financieras más profundas de los últimos setenta años a nivel mundial (que exigieron de los analistas un seguimiento excepcionalmente cercano de los sucesos del día a día), temas en materia estructural se mantienen a la cabeza de los principales riegos al crecimiento económico de México.

Nos resulta interesante comparar lo que pensaba el consenso de los analistas en tres momentos distintos en el tiempo, todos circunscritos dentro del periodo más reciente de crisis económica 2008-2010. Nos basamos en los indicadores de desempeño cíclico coincidente del INEGI para elegir tres meses distintos: 1) junio del 2008, ante evidencia de que justo ese punto antecedió al desplome económico local; 2) junio del 2009, muy probablemente el punto más bajo en la debacle económica local, y 3) noviembre del 2010, correspondiente a la más reciente encuesta del banco central publicada el 1 de diciembre.

Respecto a la primer fecha (junio del 2008), vale la pena recordar que la búrbuja inmobiliaria en Estados Unidos ya había reventado, los bancos estadounidenses se encontraban intentando evaluar su exposición a instrumentos derivados ligados a hipotecas de mala calidad y el mundo atravesaba por un periodo de excepcionalmente altos precios de alimentos a nivel internacional (que amenazaba los poderes adquisitivos de los consumidores alrededor del mundo). En esa fecha, los tres principales factores de preocupación fueron: debilidad del mercado externo y de la economía mundial; la ausencia de cambios estructurales en México, las presiones inflacionarias en nuestro país.

En la segunda fecha, junio del 2009, los mercados internacionales se mantenían a la espera de cualquier señal que pudiera implicar una luz de esperanza en cuanto a una posible recuperación económica a nivel mundial, la autoridad monetaria de Estados Unidos ya había emprendido ambiciosas medidas tanto ortodoxas como heterodoxas para apoyar su economía y la inflación local se encontraba a punto de comenzar una franca caída ante la debilidad de la demanda interna y la dilución del efecto de la debilidad del peso de meses previos. En ese mes, los tres principales temores eran: debilidad del mercado externo y de la economía mundial, la ausencia de cambios estructurales en México, y debilidad del mercado interno.

Por último, en la más reciente encuesta publicada por el Banco de México y ante un contexto de recuperación mundial a distintos ritmos, crisis fiscal y de deuda pública en los países de la periferia europea, recrudecimiento de tensiones geopolíticas en Asia y evidencia de desaceleración en el ritmo de recuperación local, las principales tres preocupaciones sobre el ritmo de actividad económica local fueron: la ausencia de cambios estructurales en México; la debilidad del mercado externo y de la economía mundial, y problemas de inseguridad pública.

 En cada uno de los anteriores puntos en el tiempo, comprobamos que por lo menos una de las preocupaciones ha sido “inspirada” por la coyuntura económica. Sin embargo, más importante aún es encontrar que la percepción de la necesidad de reformas estructurales en México continúa inamovible entre las principales fuentes de limitada actividad económica.

En este punto conviene recordar que México es la economía de más lento ritmo de crecimiento entre sus principales pares latinoamericanos y países con mercados emergentes en general y que la agenda de reformas estructurales sigue pendiente desde hace décadas. Sin embargo, esta vez las cicatrices de la crisis mundial solamente hacen más urgente el inicio del proceso de transformaciones. En este punto nos preguntamos: ¿existe la voluntad política para avanzar en este rubro en el corto plazo?

jvirgenroj@banamex.com