Los prescindibles: Escolaridad y probabilidad de ser asesinado

Blanca Heredia

Si eres hombre, mexicano, entre 18 y 40 años de edad y no lograste terminar la primaria, el mundo en el que vives es un mundo 3 veces más violento que si vives en Honduras, el país más violento del mundo. Dicho de otra manera, la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes para ese grupo poblacional en México es de más de 300 homicidios por año vs un tasa total nacional de homicidios de 92 en Honduras y de 25 en México (2011). En contraste, para los hombres mexicanos de ese grupo de edad, pero con universidad terminada, la tasa de homicidios en 2011 fue de 26. Los primeros, los que tienen muy baja escolaridad, parecieran ser los “prescindibles”; los segundos, bastante menos.

Estas cifras y otras igualmente impactantes provienen del extraordinario artículo de José Merino, Jessica Zarkin y Eduardo Fierro, Marcado para morir, publicado en la revista Nexos en su número de julio. El artículo es extraordinario por varias razones. Lo es, en primer término, porque a mí cuando menos, me parecía que ya ninguna cifra de violencia después de 6 años de sangre, balas, mutilaciones y violencia sin fin, lograría impactarme y este texto lo hizo. Lo es, también, por la calidad de las preguntas y por el enorme trabajo de investigación original y rigurosa que revela. El artículo es fuera de serie, finalmente, porque hace cosas insólitas, como, por ejemplo, incluir la base de datos en los que se sustenta el análisis presentado. Ello, en un contexto, en lo que lo más común es guardar los datos de cualquier análisis bajo tierra y un millón de llaves.

Marcado para morir nos mueve de lugar y nos abre ángulos nuevos del fenómeno de la violencia en México. Una mirada detallada que nos muestra la varianza gigantesca en ese fenómeno por género, edad, localidad y nivel de escolaridad. Algunos ejemplos. Un joven de entre 18 y 25 años en Chihuahua vive niveles de violencia contra los hombres 2.5 mayores que las de Honduras, pero para hombres jóvenes de ese mismo grupo de edad en Yucatán, la violencia en su contra es similar a la de Finlandia. El total acumulado de homicidios de 2005 a 2011 en el país para hombres fue de 87,614, mientras que para las mujeres fue de 10,453.

Los datos más impactantes para mí, con todo, son los de la relación entre nivel de escolaridad y probabilidad de morir asesinado. Sabemos que la educación importa y mucho. Este texto nos ofrece cifras que documentan hasta qué punto. Si eres un hombre joven en México y no tienes primaria completa tu vida es, seguramente, un infierno de violencia y tu probabilidad de morir asesinado es altísima. En cambio, si terminaste estudios universitarios vives en otro universo, muchísimo más pacífico. La asociación entre escolaridad y muerte violenta de la que nos habla Marcado para morir no apunta, evidentemente, a una relación causal simple entre ambas. Se trata de una asociación probabilística. La correlación entre ambas es tan alta, sin embargo, que debiera servir para redoblar los esfuerzos requeridos para que nuestra reforma en materia educativa no se quede en cambios constitucionales y en una mujer en la cárcel.

bherediar@yahoo.com