Los últimos tres días de Calderón

Los últimos tres días de Calderón
Por:
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Emilio Sánchez Santiago

Felipe Calderón Hinojosa juró protesta como Presidente de la República hace seis años, bajo circunstancias inéditas para los mexicanos del siglo XXI, y ante una ola de protesta imponente. Dentro de tres días, termina su mandato constitucional con una alta aprobación ciudadana, según encuestas de opinión.

Ya se observan críticas filosas a su gestión y se escuchan frases hirientes como aquella que lo califica injustamente como el Presidente de los muertos. Sin embargo, la verdad es que Calderón ha gobernado con un alto grado de aprobación ciudadana a través de sus seis años.

Lo anterior no elimina el rencor que la izquierda le guarda por haber derrotado a Andrés Manuel López Obrador. Voces y plumas de esa corriente, ha mantenido una crítica permanente a su gestión, a veces más ideológica que fundada.

Calderón se ha impuesto incluso a quienes califican como “fallida” su estrategia en contra de los cárteles. Cada vez que se muestra el resultado de alguna encuesta en la que se pregunta a la ciudadanía si apoya o no el despliegue y el uso del ejército en contra de los narcotraficantes, el resultado es el mismo: la población apoya mayoritariamente la presencia militar en nuestras ciudades y pueblos. Más aun, los propios gobernadores y alcaldes de las poblaciones más afectadas por los narcos, son los primeros que solicitan al Presidente la fuerza militar.

Felipe Calderón deja buenos cuentas en términos macroeconómicos a Enrique Peña Nieto. Una vez más, el PAN termina un sexenio sin haber provocado las macro devaluaciones que anteriores Presidentes legaron al pueblo de México.

La Hacienda Pública está razonablemente balanceada, las reservas internacionales alcanzan cifras récord, la inflación no excede 4.5% anual, el crecimiento económico este año será del 4.0%, y aun el empleo se recupera gradualmente como lo prueban las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social.

 Habrá por supuesto quien lo acuse de haber provocado miles de muertes en su lucha en contra del narcotráfico. Quienes así lo hagan, deben recordar que han sido los cárteles quienes han causado esas muertes, primordialmente a través de sus luchas intra-grupales, y no el ejército mexicano. Por lo tanto, esa acusación carece de fundamento y simplemente refleja una fobia y una tergiversación de los hechos.

No deja de ser difícil de entender para muchos, por qué el partido político de Calderón perdió las elecciones presidenciales de julio de este año, pese al alto grado de aprobación que ha caracterizado al gobierno de Felipe Calderón. Una de las posibles explicaciones podría ser el carisma demostrado por Peña Nieto, y su habilidad para aglutinar a las fuerzas priistas. Otra posible explicación podría ser la limitada baraja con la que llegó Calderón al último tramo de su gobierno.

En cualquier caso, los mexicanos debemos reconocer que Felipe Calderón ha sido un buen Presidente, esforzado, comprometido, audaz, y valiente. Por su capacidad, por su edad, y por su vocación de servicio público, Calderón seguirá sirviendo a México en nuevas posiciones, quizás de orden internacional. Su epitafio no está escrito. Hay muchos años por delante, en los que Calderón seguirá siendo noticia.

emsanchez@prodigy.net.mx