Marcelo va por Bejarano

René Bejarano y su esposa, Lola Padierna, como muchos líderes del PRD, fueron financiados y creados desde el PRI por Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard tras los terremotos de 1985.

Son hechura de los entonces funcionarios salinistas; les dieron fuerza, los hicieron crecer y los utilizaron para presionar a sus enemigos dentro del partido y del gobierno.

Todo mundo recuerda aquella violenta toma de la Regencia del DDF por Bejarano y su tribu, en la que, lejos de usar la fuerza para desalojarlo, pues hizo destrozos, Marcelo les compró la cena y les dio mucho dinero.

Eran los tiempos en que él y Camacho Solís creaban grupos de choque a diestra y siniestra, que les servirían para sus aspiraciones presidenciales. Sus cálculos fallaron y cuando caen en desgracia se le voltearon.

A tal grado llegó la humillación a Ebrard por parte de Bejarano, que, cuando el de las ligas presidía la Comisión de Gobierno de la ALDF, dejaba haciendo antesala fuera de su oficina a Marcelo, entonces jefe de la Policía del DF.

Incluso cuando el hoy jefe de Gobierno llegó al cargo, en 2006, se convirtió en rehén de las tribus perredistas. Pero decidió empezarlas a minar para empezar a abrirse paso hacia 2012.

Luego de la caída de Rosario Robles —emisaria de Cuauhtémoc Cárdenas— en 2004, la UNYR quedó huérfana y fue fácil hacerla comer de su mano ante el inofensivo Armando Quintero.

Una de sus primeras encomiendas fue dinamitar a René Arce y los poderosos Chuchos del DF, a los que despedazó y echó no sólo de Iztapalapa, que era su bastión, sino que acabaron por abandonar el PRD.

Cierto que se tardó tres años, pero nadie pensaba que pudiera doblegar a una tribu tan cohesionada como los Arces, que fueron para él un auténtico dolor de muelas la primera mitad de su gobierno.

Igual fue debilitando a Izquierda Social, integrada por refugiados de todas las tribus y liderada por Martí Batres, a quien usó para poner un pie en el PRD.

Poco a poco Marcelo se fue haciendo de los principales cuadros de Martí, a quien le apretó la soga hasta desarticularlo. Hoy juega con él al gato y al ratón, pues está en posición de correrlo, simplemente, o mandarlo a la cárcel con el amplio expediente que tiene la Contraloría del DF.

De hoy en adelante las baterías de Marcelo apuntan al platillo principal, que dejó para el último: René Bejarano. Pronto va a empezar la disección del de las ligas.

Aunque el profesor se empeña en hacer creer a su gente que está fuerte, la verdad es que su posición es débil y lo más probable es que lo retiren o lo acaben, como él diga.

En IDN no creen que Marcelo les vaya a dar palo, pero lo cierto es que son la única corriente que falta de pagar y el propio Bejarano lo sabe.

 CENTAVITOS... Tal como lo profetizaron los astros, ayer se concretó la coordinación del PRI en la ALDF para el diputado Israel Betanzos y la vicecoordinación para Alicia Téllez. Aunque hubo pataleo de última hora, la decisión se mantuvo.

jadrian02@yahoo.es

fdm