Meditación sobre el poder

Meditación sobre el poder
Por:
  • larazon

Renato Sales H.

Los españoles no se sorprenden ya de nada. No por la casa real que vive su peor momento. Empero, pocos recuerdan lo que hizo el rey Juan Carlos para salir de la dictadura. A pesar de que a él correspondía mantener el legado del dictador Franco preservado e incólume: “atado y bien atado”.

Los alemanes saben bien en qué lugar de Berlín se encuentran los restos del búnker subterráneo, escenario de los últimos días de Adolfo Hitler. Debajo de un parque y un estacionamiento muy cerca de, ironías de la vida, la calle Hannah Arendt,se encuentra el sitio en que Goebbels y su mujer vistieron a sus hijos con pijamas blancos, los envenenaron con cianuro y después se suicidaron.

Nunca quiso el pueblo alemán sacar a la luz esas ruinas. Por lo que implica. Por lo que puede suponer para los neonazis.

Esa es, quizás, la razón por la que el último rey de la dinastía de los Plantagenet en Inglaterra, el último rey inglés que falleció en batalla, permaneciera intocado por más de quinientos años, debajo de un estacionamiento municipal, entre las ruinas de una vieja iglesia.

Apenas hace unos meses, se confirmó que el cuerpo hallado en la ciudad de Leicester, debajo del estacionamiento, es el de Ricardo III de Inglaterra.

La Razón publica (el martes dos de febrero de este año) la foto del esqueleto contrahecho del rey que murió pidiendo un caballo. La columna vertebral es un camino sinuoso.

“Investigadores de la Universidad de Leicester confirmaron que los restos encontrados en un aparcamiento de la ciudad, pertenecen al rey Ricardo III, quien fuera el rey de Inglaterra en el año de 1483 hasta el año de 1485. Fallece en la batalla de Bosworth, ante el ejército de Enrique Tudor, quien sería su sucesor en el reinado. Cabe mencionar que el cráneo del Rey fue lo primero en ser hallado en las excavaciones, que fueron llevadas a cabo en un aparcamiento cerca de la iglesia de Grey Friars. El cráneo estaba en unas condiciones excepcionalmente buenas, menciona el arqueólogo Jo Appleby, quien encabeza el equipo que ha estado analizando los restos de quien fuera el último rey medieval de Inglaterra. La aparición del resto del esqueleto, en el que encontraron la cabeza de una flecha encajada en la columna, reforzó la tesis que suponía que se trataba del monarca inglés. El descubrimiento es uno de los más grandes hallazgos arqueológicos dentro de la historia del Reino Unido, pues es el resultado de más de 500 años de investigación”.

La obra de Shakespeare es una meditación sobre el poder y sus miserias. Sobre la desdicha física, corporal, familiar. Al infortunio de la minusvalía se suma, de pronto, una enorme voluntad y la fuerza del Estado. La resultante de esa combinación es políticamente imprevisible. Luego entonces misteriosa, irracional. Incalculable en términos convencionales: Peligrosa.

“He aquí el invierno de nuestras desdichas/ vuelto glorioso estío por este sol de York/ y todas las nubes que amagaban nuestra casa sepultadas en lo profundo del océano… el torvo guerrero suaviza sus arrugas/ y ahora, en vez de montar los bardados corceles/ para asustar el ánimo de horrendos adversarios/ cabriolea ágil en la alcoba de una dama/ al compás del lascivo deleite del laud/ Mas yo, que no nací para estas travesuras/ ni estoy hecho a cortejar un amoroso espejo/ yo, cuya grosera estampa no co y en vnoce/ la majestad con que el amor se pavonea/ ante una ninfa libertina y desenvuelta/ yo, que estoy privado de bellas proporciones/ y traicionado en mis rasgos por falaz naturaleza, deforme, inconcluso y enviado antes de tiempo a este mundo viviente, a medio hacer apenas, y además tan cojo y tan falto de garbo que los perros me ladran cuando me detengo… y puesto que no puedo probarme como amante/ para entretener estos bellos y graciosos días/ he determinado probarme cual villano…”.

Así, tristemente, se escribe la historia.

rensal63@hotmail.com