México, al margen de “guerra cambiaria”

México, al margen de “guerra cambiaria”
Por:
  • larazon

Fuente Banamex con datos de Bloomberg

La incertidumbre respecto a la posibilidad de una guerra cambiaria a gran escala ha permanecido en el centro de los temores en los mercados. El reciente incremento en el impuesto sobre los flujos de inversión extranjera al mercado de renta fija en Brasil (a 6% desde 4%) no hizo más que atizar las preocupaciones.

Conviene aclarar que no necesariamente México está destinado a participar en caso de que se presente una guerra cambiaria a gran escala.

De hecho, concluimos que las autoridades mexicanas tienen el espacio para enfrentar un eventual fortalecimiento cambiario adicional, sobre todo, mientras aguardan por la próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos del 3 de noviembre.

Las excepcionalmente bajas tasas de interés en el mundo desarrollado (especialmente en EU) han dejado a las economías emergentes (y hasta a algunas desarrolladas) altamente expuestas a influjos excepcionales de capitales extranjeros. Los efectos de estos significativos influjos se han traducido en importantes fortalecimientos de monedas globales frente al dólar, el peso mexicano incluido.

¿Cómo enfrentar el influjo masivo de capitales? Existen tres opciones: 1) dejar que las respectivas monedas se aprecien (asumiendo los efectos adversos sobre la competitividad del sector exportador local); 2) implementando controles de capital o intervenciones directas en el mercado cambiario (alterando la flotación cambiaria), y 3) recortar las tasas de política monetaria (con el fin de deteriorar el atractivo relativo de invertir en la moneda local).

 En el caso de México, consideramos que las autoridades tienen el espacio para optar por la primera opción (dejar que la moneda se aprecie), por lo menos hasta conocer el nuevo curso de acción de la Reserva Federal y la reacción de los mercados globales. Dicho espacio estaría provisto por los altos niveles de penetración en el mercado de EU por parte de los productos mexicanos y la significativa competitividad en los precios de dichos productos (hablando en términos de las monedas de los principales competidores de México en EU). Así, un fortalecimiento adicional del peso frente al dólar podría no eliminar tal posición competitiva.

Consideramos improbable que se establezcan controles de capital o intervenciones discrecionales en el mercado cambiario local. Basta recordar que hasta hace poco se subrayaba la importancia de haber sido incluido el mercado de bonos gubernamentales locales en el índice WGBI de Citi como un voto de confianza al mercado mexicano -donde uno de los principales requisitos es la ausencia de barreras a la entrada de capitales.

De manera similar, aunque el Banco de México pudiera “acomodar” recortes en su tasa de interés para enfrentar influjos excesivos de capital, consideramos que estas acciones serían costosas en términos de credibilidad -sobre todo al recordar que las expectativas de los analistas no coinciden con el banco central en su perspectiva de convergencia de la inflación hacia 2.50-3.25% en el último trimestre del 2011.

jvirgenroj@banamex.com