Para hacer frente a Morena: mujeres de izquierda

Para hacer frente a Morena: mujeres de izquierda
Por:
  • larazon

Luciano Pascoe

El plazo que el Jefe de Gobierno se puso para realizar ajustes a su gabinete se cumplió y, luego de haber pedido la renuncia de todos, inició con nueve cambios. No sabemos si son todos o si aún quedan pendientes, pero el mensaje que da con esta ronda es que su gobierno entra en una nueva etapa.

La segunda mitad del sexenio en la capital estará marcada, así lo espera Miguel Ángel Mancera, por un cambio de ritmo —en forma y fondo— de manejar la vida de la ciudad. De ritmo, porque algunos no entendieron que ser titulares de una Secretaría del Gobierno era mucho más que administrar una oficina; de forma porque el oficio de quienes llegan será distinto al de quienes se van; y de fondo, porque vendrá un grupo ideológicamente más nítido que el previo.

Mancera pone en la primera línea de su gobierno a tres personas cuyas coincidencias probablemente no sean tantas como las características que las distinguen: Patricia Mercado, Amalia García y Alejandra Barrales son mujeres inteligentes, talentosas, que entienden de tiempos y, sobre todo, tienen un perfil de izquierda. De diferentes izquierdas una feminista, otra socialista y otra sindical. Pero de izquierda, sin duda.

En ellas hay vasta experiencia. Dos saben lo que es ser parte del Congreso: Barrales fue precandidata al GDF y tiene vínculos con grupos dentro del PRD; García se formó en la izquierda, gobernó Zacatecas y presidió el PRD; y Mercado dirigió dos partidos políticos, además de ser una popular candidata presidencial.

Los talentos y deficiencias de cada una son complementarios en una combinación que puede darle a Mancera interlocución con los partidos políticos —incluidos los sectores del PRD— y la sociedad civil.

Curiosamente en esta ronda, Mancera mantiene a Rosa Icela Rodríguez en el gobierno, lo que no muestra un rompimiento con ella y su pasado en algunos sectores de la izquierda o el gobierno de Ebrard, y tampoco hace eco de los rumores que la responsabilizaban de algunas derrotas electorales.

Y además suma a Laura Ballesteros, quien llega desde la oposición para hacerse cargo del Nuevo Modelo de Movilidad. Con lo que se antoja un proceso de vinculación con sectores diferentes como el PRI local.

Con estas secretarias de gobierno, Mancera construye un gabinete en el que cinco de los nueve cambios son para el arribo de mujeres —la mayoría de ellas de izquierda—, plural y que puede ser su primera línea para posicionar su figura, la de él, como candidato ideal de la izquierda a la Presidencia en 2018; y a alguna de ellas como potenciales sucesoras en dos tiempos, cuando deje el Palacio del Ayuntamiento y la ciudad requiera de un interinato, y como su compañera en la “fórmula” al ser candidata al GDF.

Los cuatro cambios restantes deberán hacer valer la Ley de Movilidad (Héctor Serrano), implementar una política social con el sello de izquierda pero lejos de las clientelares que casi los derrotaron hace unas semanas (José Ramón Amieva); reactivar el Metro, poner en marcha la ampliación de la Línea 12 y reabrir el tramo cerrado de la Línea 12 (Jorge Gaviño); y consolidar el área jurídica (Manuel Granados) para crear un respaldo legal a la jefatura de gobierno frente a una Asamblea Legislativa dividida y una posible reforma política desde el Congreso federal.

Hace unas semanas, el Cuarto de Guerra apuntó que Mancera era una —la última— carta que le quedaba al PRD para mostrarse como una izquierda viable; la renovación del gabinete cumple como base para lograrlo.

Estas nueve personas han de convencer a los capitalinos de la capacidad de gobierno de Mancera, de su visión e ideología. Frente a Morena, el nuevo gabinete deberá probar que esta izquierda es la que más le conviene a la capital y no la de Martí Batres (el padre que no paga pensión alimenticia) o Ricardo Monreal.

Parece que el Jefe de Gobierno busca construir una nueva fase de interlocución con el PRD. Para ello su gabinete parece cada vez más un grupo de trabajo diseñado por él y no más uno de cumplimiento de acuerdos o cuotas.

Quizá haya relevos pendientes, como en las áreas de seguridad pública, protección civil, y otras, que han sido cuestionadas recientemente, pero éstos podrían serle suficientes; con ellos logró una buena acogida en la prensa nacional y elevó las expectativas locales.

La apuesta de Mancera es interesante, frente a un partido de Morena cada vez más activo y caníbal, su apuesta es por mujeres de izquierda. Ya veremos si tienen suficiente el talento y capacidad para lograr acompañar la expectativa de una candidatura presidencial y, en el camino, recuperar el Distrito Federal como el bastión de la izquierda progresista. No conservadora.

luciano.pascoe@gmail.com

Twitter: @lucianopascoe