Pensamiento y obra de Rodríguez Lozano

Pensamiento y obra de Rodríguez Lozano
Por:
  • larazon

Ernesto Lozano

Como resultado de las nuevas líneas de investigación en torno a los artistas mexicanos, el Museo Nacional de Arte (MUNAL) inauguró la exposición Manuel Rodríguez Lozano. Pensamiento y Pintura. 1922 – 1958.

Paisaje tropical 1922. Acrílico sobre cartón.

La exhibición contribuye a la historia biográfica de este artista fundamental del acervo del recinto cultural, replanteando, reexaminando y haciendo una relectura de la iconografía de Rodríguez Lozano y sus aportes a la plástica mexicana del siglo XX, a través de 125 obras que incluye la muestra.

A propósito del 40 aniversario del fallecimiento de Manuel Rodríguez Lozano (1971, fecha de su muerte), el MUNAL establece nuevas vías de aproximación al artista, haciendo un repaso de lo divulgado hasta ahora sobre este arquetípico pintor, a fin de desplegar otros escenarios que irradien la singularidad de su refinamiento temperamental, permitiéndonos el disfrute de su emanación poética. El muy feliz concepto curatorial estuvo a cargo de Arturo López Rodríguez, historiador del arte e investigador del MUNAL, quien divide la exposición en cuatro núcleos temáticos que muestran el ímpetu y el fulgor de su arte, desde los inicios hasta la madurez como pintor-pensador. Partiendo de ese esquema, en la muestra dialogan obras de sus alumnos Abraham Ángel, Ignacio Nieves Beltrán (Nefero), Ángel Torres Jaramillo (Tebo), Julio Castellanos, Francisco Zúñiga y Antonio

Reynoso, incluyendo también reflexiones de pensamiento y pintura. La exhibición de las obras de sus discípulos es algo inédito hasta ahora, lográndose con ello un discurso innovador y renovación de la asimilación de la recepción de la contemplación artística del artista. Con los discípulos hubo transmisiones mutuas, no solamente hay influencias del mentor hacia el discípulo y viceversa, hay asimilaciones del propio Rodríguez Lozano que toma de ellos. Algunos críticos de arte, como en el caso del discípulo Abraham Ángel, mencionan que llegó a superar al maestro. La museografía es de es Juan Manuel Garibay; quien la expuso en forma lógica, fluida, espectacular por momentos, con buena iluminación, que hace que el visitante sienta suya la obra, que ayuda a que se identifique y lea y se apropie de lo que está observando.

Las obras llegan al MUNAL procedentes de diversas colecciones nacionales, y de una particular de Estados Unidos. Son 77 obras de Manuel Rodríguez Lozano y el resto está constituida por trabajos de sus alumnos, y documentos de los vínculos de Manuel con diversos poetas y escritores, que forman parte importante de su biografía artística. Las dos obras ausentes de Rodríguez Lozano son, el gran Retrato de Andrés Henestrosa y la pintura Pescadores de Estrellas, de los años 40, que figuró extrañamente en la Exposición Internacional de Surrealismo y que está en una colección en Estados Unidos.

A través de esta exhibición y del catálogo de la muestra, se podrán escribir las páginas en blanco de su biografía y a reescribirse muchas otras.

La Razón participó en la sesión de preguntas y respuestas con el curador

Arturo López Rodríguez.

¿Fue Manuel Rodríguez Lozano un pintor autodidacta? Él se consideraba autodidacta, un artista puro, que no había pisado academia alguna; no hay información de quien haya podido ser su mentor, se habla de que Carmen Mondragón haya podido enseñarle a pintar, pero no hay constancia de ello.

¿Qué influencias del Maestro Rodríguez Lozano podríamos mencionar?

El manejo de la línea, el pulso seguro, el colorido, la exaltación del color, el sincretismo de las formas, la desproporción anatómica en ciertos rasgos, el vínculo que tiene en sus inicios con las escuelas de pintura al aire libre, lo ejerce, lo influye, en el caso de Agustín Lazo, en el de Abraham Ángel y del propio Julio Castellanos. Hay críticos de arte que consideran que Manuel toma del dibujo, de la figuración humana monumental de sus alumnos, para realizar su propia pintura, a mi me parece que lo que hay son transmisiones plásticas mutuas, es decir, el término influencias hay que manejarlo con mucho cuidado, porque a veces de manera consciente o inconsciente podemos realizar algo, sin que una obra haya ejercido influencia sobre nosotros.

¿Qué parte de la biografía de Rodríguez Lozano tiene vacíos o ha sido novelada? El primer vacío es determinar la fecha cierta de su nacimiento, no se sabe con exactitud, Hay un gran vacío documental de 1913 a 1921, el período de estancia en Europa, no se conservan fuentes testimoniales de su relación con Pablo Picasso, Georges Braque, Henri Matisse, Amadeo Modigliani y otros miembros de la Vanguardia Europea, éste es un gran capítulo que hay que reescribir. Falta por ampliar el por qué de su encarcelamiento en Lecumberri, se supone que por el robo de cuatro grabados, pero no se sabe con exactitud quiénes fueron los que participaron en esta jugada política en contra del pintor, el por qué nunca denunció el hecho, el por qué nunca se le pidieron disculpas públicas, él con ironía decía: “he cometido un delito metafísico”.

¿Qué hace Rodríguez Lozano cuando regresa en 1921 a México? Lo que hace Manuel es “mexicanizar”, logrando convertir en un lenguaje personalizado lo que había asimilado en Europa, sumándose al proyecto de nacionalismo cultural que encabezó el propio José Vasconcelos, logrando nacionalizar esa Vanguardia Europea hasta tal punto, que el crítico de arte Luis Martín Lozano, acertadamente, lo considera un artista de la Vanguardia Mexicana.

Manuel Rodríguez Lozano pintando La Tragedia.

¿Cuál es la pintura más antigua que se tiene catalogada del maestro y cuál es la más reciente? La más antigua es la obra inaugural que tenemos registrada: Paisaje Tropical de 1922. Se desconocen o no se conservan obras anteriores a esa fecha; la más reciente es Retrato de Alfonso Reyes, que fechó en 1960 y se encuentra en la Capilla Alfonsina. Sin embargo, él dejó de pintar hacia la década de 1950, la última de importancia considerable de esa época blanca, como la llama Berta Tarracena, la pintura dramática, es hacia 1958. Su discípulo en las letras, Andrés Henestrosa dijo que a partir del capítulo de Lecumberri, el motivo por el cual Manuel dejó de pintar, fue por la injusticia, por el abandono, el desencantamiento que veía en el panorama de las artes plásticas en México; señaló también que su maestro “había dejado la blanca carcajada, por la negra carcajada”.

¿Qué importancia tiene el enfrentamiento entre Manuel y el crítico de arte Luis Cardoza y Aragón? Rodríguez Lozano le pide a Luis Cardoza y Aragón, que era el crítico de importancia del grupo de Los Contemporáneos que escribiera un texto de presentación para su primera monografía, el crítico se niega porque no comulga con las ideas, ni con las actitudes y mucho menos con los planteamientos estéticos de Manuel, quien si acepta es el escritor español José Bergamino. Luis Cardoza, sin embargo, exalta los valores de otros discípulos de Manuel, que habían superado al maestro, como Abraham Ángel. Todo esto afectó la trayectoria intelectual del pintor. El que este importante crítico se haya negado a que escribiera su texto y que figurara en su libro La Nube y el Reloj y a promover sus trabajos, que ya eran de importancia, fueron un golpe negativo para el pintor, de eso se lamentaría el resto de su vida. Varios críticos marcan ciertos acentos negativos en la biografía de Rodríguez Lozano, por su actitud, por su soberbia, más allá de su preferencia sexual, porque no reconocían esos críticos los planteamientos estéticos del artista, lo veían muy teatral, muy esquemático, muy rígido en comparación con los demás creadores que promulgaban otro tipo de tendencia.

¿Qué se pretende con esta muestra? Que el propio público, en esta revaloración, en este replanteamiento de datos tanto biográficos como iconográficos, tanto la crítica, la historia del arte y los públicos de arte, puedan hacer sus propias correspondencias. (La próxima semana continuaremos hablando de los núcleos en que se ha dividido la exposición Manuel Rodríguez Lozano. Pensamiento y Pintura. 1922 – 1958).

Hay críticos de arte que consideran que Manuel Rodríguez Lozano tomó del dibujo, de la figuración humana monumental de sus alumnos, para realizar su propia pintura; para el curador Arturo López Rodríguez: “su arte representa transmisiones plásticas mutuas”.