Pez Gordillo

Pez Gordillo
Por:
  • larazon

Elisa Alanís.

El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto hizo lo políticamente correcto. Dio nota, se fortaleció y subió sus bonos. Aprehendió a uno de los personajes más cuestionados y señalados de las últimas décadas, la maestra Elba Esther Gordillo Morales.

Lo que no se sabe aún son los alcances, que tienen que ver con las intenciones, de la detención de tan gordo pez.

No se sabe si esto implicará el inicio de una lucha frontal contra los poderes fácticos, y por ende el establecimiento de pautas democráticas, o una acción de poder que implica el planteamiento de un gobierno autoritario.

O paradójicamente, ambas. Una acción de fortalecimiento del Estado de Derecho y a su vez la toma de control autoritario por parte del Ejecutivo Federal.

Puede ser el inicio de una revolución democratizadora dentro del magisterio que ha sido saqueado por sus líderes.

Puede ser el mensaje para lograr que grupos de poder no frenen futuras reformas, como la hacendaria, la energética o la de telecomunicaciones.

Puede ser el arranque de la implementación de una justicia penal adversarial.

Puede ser el establecimiento de las condiciones necesarias para el éxito de la recién aprobada reforma educativa.

Todo eso y más.

Pero también puede ser una acción selectiva, asilada, que se quede en la condena de un adversario político y no de las estructuras que han permitido su crecimiento, enriquecimiento y empoderamiento.

El andamiaje de esa estructura se compone de priistas, perredistas, panistas, verdes, neoaliancistas, apartidistas, empresarios, etcétera.

Veremos si, además de enfrentar a la dirigente del SNTE, el Gobierno del presidente Peña decide ir más allá.

Se ha comparado lo sucedido antier con el “quinazo” de Carlos Salinas de Gortari. En la intención política puede ser. Sin embargo, hay elementos que señalan algo distinto: el cuidado del proceso jurídico, la pulcritud del cumplimiento de los cauces legales.

Los delitos de los que se le acusan son graves: delincuencia organizada, lavado de dinero y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

No alcanza libertad bajo fianza y no se sabe hasta dónde pueden llegar las indagaciones, ni a quiénes pueda involucrar.

En estos momentos se encuentran, ella preparando su defensa y el Ministerio Público escuchando a testigos y profundizando la investigación.

¿Irá por todo y con todo el nuevo PRI o se trata de las mismas prácticas del viejo tricolor?

¿Iniciará esta administración un proceso de recomposición política y económica a partir de las herramientas legales de un Estado democrático?

Ojalá.

La fotografía de la maestra Gordillo tras las rejas gustó. Pero una lideresa es parte del sistema. El Gobierno peñista debe ir tras la corrupción y complicidad institucionalizada. Si no, estaremos frente a un vulgar “quinazo” disfrazado de debido proceso.

elisa.alanis@3.80.3.65

Twitter: @elisaalanis