El Procurador del DF, Miguel Ángel Mancera, se ha apuntado sus primeros éxitos tras el fallido rescate de Yolanda Cevallos Coppel: un operativo planificado en su mesa de trabajo terminó con más de un mes de secuestro de una estudiante y de un bodeguero de la Central de Abasto.
La causa principal del fracaso en el caso Coppel fue el envío de dos comandos diferentes sin mando único: el Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) y la Fuerza Antisecuestro (FAS). Ahora participó únicamente ésta última.
Una adecuada labor de inteligencia le permitió desechar lo que desde noviembre le ha reportado (con excepción del caso Coppel) los mejores resultados para resolver plagios, que son las acciones armadas, sin arriesgar la vida de las víctimas.
La estudiante, por quien exigían un millón 600 mil pesos, llevaba 33 días secuestrada. El sábado cayeron tres de sus captores cuando iban a cobrar el rescate y condujeron a la policía hasta donde se encontraba la plagiada.
De 25 años, la chica permaneció atada, amordazada y con vendas en los ojos, en una casa de la calle Calandria, esquina con Palomas, en manzana 35 lote 1, colonia San Miguel Teotongo, Iztapalapa. Allí también estaba el hombre, de 35 años, por quien pedían cinco millones de pesos.
Así, Mancera recupera el buen paso que traía hasta el caso Coppel: poco antes, el 19 de junio, había sido recuperado en Ecatepec un menor al que ya habían cortado un dedo. Y, dos días antes, tres mujeres en Chalco, a una de las cuales le fueron cercenados tres dedos y a otra dos.
Pero el procurador capitalino tiene todavía tareas pendientes en el área antisecuestros, como es la designación en la FAS del sustituto del removido comandante Erasmo Castillo de la Rosa, en la cual sería conveniente que mantuviera la línea de selección que siguió en el GERI.
En éste, colocó como jefe a Armando Rincón, hermano de Julio Rincón, caído bajo fuego amigo en el rescate de la señora Coppel. Armando es un oficial altamente cualificado, con cursos en el Mossad y el FBI en escuchas telefónicas, asalto, protección de rehenes y manejo de crisis.
Sin embargo, a pesar de que para encabezar el FAS cuenta con candidatos con un perfil similar, Mancera se ha tardado demasiado para ocupar una posición no sólo importante dentro de su estructura interna, sino para la paz y tranquilidad de los ciudadanos.
Además, todavía le falta someter a verificación a tres mil 400 policías, cambiar estructuras, remover comandantes corruptos…
Porque una sola golondrina no hace verano.
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