Regino regresa a la grilla

Agazapado desde hace tres años, cuando Joel Ortega lo exhibió como presunto protector de narcos, Gabriel Regino grilla desde las tinieblas, sobre todo en las áreas de seguridad y procuración de justicia.

Todo mundo sabía que Tigre —su indicativo— iba a ser el jefe de Policía de Marcelo Ebrard, pero Joel se alió con las autoridades federales para filtrar su presunto narcoexpediente.

El golpe de Ortega fue brutal y como Regino ni siquiera se defendió o salió a negar la acusación —que al parecer era falsa—, en la opinión pública quedó la impresión de que era culpable.

Pero sigue vivo, desde las tinieblas busca reaparecer en la vida pública, pues dicen que Marcelo lo tiene en buena estima, sobre todo luego de que se echara la bronca sobre la matanza de Tláhuac.

Tigre hace reuniones en su casa de Las Lomas y se le identifica más con Los Chuchos, a cuyos diputados asesora en la ALDF en materia de reformas de seguridad y justicia.

Dicen sus cercanos que Regino suspira por ser procurador del DF o titular de la SSP y que para ello ha preparado el terreno, ubicando sus piezas en áreas estratégicas.

A él le achacan el nombramiento de Carlos Sáinz Luna como coordinador del gabinete de Seguridad y Protección Civil, cargo inventado por El Peje para rescatar de la banca a Joel Ortega.

Sáinz Luna es más conocido como encargado de la logística en los conciertos que CIE organizaba en el Auditorio Nacional y como promotor de la salida del aeropuerto del DF a Tizayuca que por sus tareas en materia de seguridad.

Aunque en realidad los operativos del Auditorio los organizaba la gente de Regino; ahí se conocieron y se hicieron cercanos.

El cargo de Sáinz Luna tiene su importancia porque es como la oreja del jefe y, aunque no conozca del tema, puede influir en Ebrard sobre el accionar de la Procu y la SSP.

De lo que sabe un poco es de Protección Civil, donde fue coordinador de Programas Preventivos. Desde ese lugar prometió en octubre de 2008 que el atlas de riesgo del DF sería consultado “en breve” por la ciudadanía y que sólo faltaba probar la conectividad.

Hasta hoy la única conectividad que ha logrado es con Regino para la grilla.

 CENTAVITOS… A ver, a ver, ¿cómo está eso de que la austera V Legislatura local pagó un bono decembrino a los recién llegados funcionarios de ese órgano? Dicen que la mismísima Alejandra Barrales ordenó al oficial mayor, Francisco Carbajal Patiño, abrir la cartera y de paso le diera varios miles de pesos al Sindicato de la ALDF para sus excursiones, pues quería tenerlos contentos con miras a la renegociación salarial… Los mismos diputados salieron bien rayados y la austeridad que tanto cacarearon es puro cuento, pues desaparecieron el concepto de ciudad de leyes, pero no el cobro mensual, partida a la que muchos bautizaron como “ciudad de reyes”.

jadrian02@yahoo.es

fdm