Tolerar para la paz

La tolerancia implica respetar y reconocer los derechos y las libertades fundamentales de los demás, así como el conocimiento y la búsqueda de la verdad. Intenta ser una herramienta para la solución de los problemas a fin de poder …“tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”, como lo afirma Gandhi.

Lo anterior no implica que el ser humano tenga que renunciar a sus convicciones personales y tolerar injusticias. La tolerancia nos lleva a fomentar el conocimiento, la comunicación y la libertad de pensamiento.

No es necesario, útil o conveniente que todos opinen lo mismo; al contrario, hay quien amplía los puntos de vista. De hecho, es parte del proceso científico. Lo que no es útil es el insulto en vez del argumento, y eso es lo que el intolerante hace.

Mediante el diálogo, la tolerancia nos lleva a sustituir la cultura de guerra por una cultura de paz. La tolerancia nos permite aceptar que todos los seres humanos somos diferentes por naturaleza y por tanto tenemos el derecho a vivir en paz y ser como somos, sin imponer nada a los demás. La tolerancia implica actuar con justicia e imparcialidad, sin excluir ni marginar a nadie por raza; credo; religión; condición económica, social, política, orientación sexual, etc. Es un elemento necesario para la existencia de los países democráticos y el Estado de derecho, en donde es importante reconocer la diversidad de los actores y la pluralidad de ideas.

De acuerdo con lo señalado en el artículo 1° de la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, aprobado por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), “la tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la apertura de ideas, la comunicación y la libertad de conciencia. La tolerancia es la armonía en la diferencia”.

Vivimos en un mundo diverso y cambiante, en donde las estructuras familiares son diferentes; han cambiado los valores tradicionales; la marginación y la discriminación hacen eco en los constantes conflictos que vivimos.

A medida que las sociedades actuales son más interdependientes y existe mayor diversidad a raíz de la globalización, la tolerancia es necesaria para la supervivencia y el bienestar de la sociedad: sin embargo, no es suficiente para terminar con la discordia entre los seres humanos. Por ello es preferible profesar el amor hacia todos los seres que ofrecerles respeto y tolerancia; es decir, “el amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia”, como refiere Gandhi.

Más que tolerar, se requieren respeto y reconocimiento de las diferencias de los demás; estas diferencias difícilmente son aceptadas actualmente, aun cuando vivimos en un mundo diverso. Resulta importante y necesario aprender a aceptar lo que es igual y lo que es diferente en términos de identidad. Tolerar debe ser una actitud positiva entre todos los seres humanos, para reconocer y respetar los derechos y las libertades de los demás, pero sobre todo para llegar a la paz.

Flor de loto: Cero tolerancia a la intolerancia.

*Magistrado presidente del TEDF

Twitter: @drarmandohdz