Por Álvaro García
La Cineteca Nacional exhibió la película de 1978 María de mi corazón, con motivo de su 30 aniversario, dirigida por el cineasta mexicano Jaime Humberto Hermosillo y coproducida por el célebre escritor colombiano Gabriel García Márquez. Ahí lanzaron el llamado para encontrar dos rollos desaparecidos con el fin de restaurar completamente el filme.
Esta película pasó por muchos obstáculos antes de ser proyectada en México, como cuenta Hermosillo en la presentación. En esa época, García Márquez buscó una manera de apoyar el cine y escribió guiones con diversos directores. Entonces vio los filmes de Hermosillo y decidió coescribir el guión de María de mi corazón.
Hermosillo aceptó gustosamente la propuesta con la condición de conseguir primero los actores. Para los roles protagónicos, Hermosillo escogió a Héctor Bonilla y a María Rojo, con quienes había trabajado previamente.
En vista de que era un trabajo independiente, uno de los primeros contratiempos que se presentaron fue el presupuesto. Hermosillo y García Márquez recurrieron al recién formado Sindicato de Actores Independientes para conseguir al elenco, en lugar de la tradicional Asociación Nacional de Actores.
El día de la exhibición, la Asociación Nacional de Actores prohibió que se transmitiera la cinta, ya que no pertenecía a ese sindicato. Hermosillo decidió que la entrada fuera gratuita y consiguió que las tres funciones se abarrotaran.
Cuando parecía que el éxito de la cinta iba viento en popa, la Secretaría de Gobernación encontró un parecido entre el personaje de María Rojo y la entonces primera dama de México, María Esther Zuno, esposa de Luis Echeverría Álvarez. Hermosillo tuvo que salir exiliado del país y durante seis años la película fue prohibida.
María de mi corazón llegó de nuevo a las salas mexicanas, pero esta vez las funciones fueron saboteadas. Hermosillo decidió entonces guardar los negativos originales y los entregó al Museo Nacional de Antropología e Historia. Cuando García Márquez solicitó su restauración, Hermosillo pidió a la institución que le entregara dichos negativos a la Cineteca Nacional, sólo para darse cuenta de que dos rollos se habían extraviado. Hermosillo ahora pide ayuda para encontrarlos y restaurar completamente el filme.
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