Rumba - Foto: Especial
La Habana.- Cuba proclamó a la rumba Patrimonio Cultural de la Nación, con la aspiración de que en el futuro este género musical sea incluido en la lista mundial del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, registrada por la UNESCO.
El presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), Miguel Barnet, afirmó que esta declaratoria nacional constituye un hecho sin precedentes, que abona el camino para el reconocimiento de la riqueza y diversidad del acervo popular.
El poeta y etnólogo informó a los medios oficiales detalles del proceso mediante el cual la rumba se convirtió en la primera manifestación músico-danzaria en ser avalada con esa condición.
Barnet estuvo acompañado en su encuentro con reporteros locales por Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
"Pienso -puntualizó- que no sea lejano el día en que la rumba, con todos sus atributos, historia y actualidad, engrose la lista mundial del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, registrada por la UNESCO", dijo el intelectual al diario oficial “Granma”.
Según Barnet, este ha sido un día grande para los rumberos de hoy y de ayer, y evocó la memoria de Andrea Baró y Malanga, de Saldiguera y Virulilla, de Ignacio Piñeiro y Chano Pozo, de Tío Tom y Papín Abreu, de Calixto Callava y Goyo Hernández.
Instituciones culturales cubanas convocaron en septiembre del año pasado a rumberos de México, Guatemala, Italia, Uruguay, Puerto Rico, Venezuela y Cuba para la tercera edición, aquí, del Encuentro Internacional de Rumba Cubana "Timbalaye".
Los organizadores consideraron importante la participación de México, país en el que, en las décadas de 1940 y 1950, floreció el llamado cine de rumberas.
Coetáneo de la llamada Época de Oro del cine mexicano, se le consideró un subgénero cinematográfico con decenas de películas rodadas en ese país, así como en Cuba y España.
Sus estrellas principales fueron las actrices y bailarinas conocidas como "Las Reinas del Trópico", entre ellas las más descollantes María Antonieta Pons, Meche Barba, Rosa Carmina, Ninón Sevilla y Amalia Aguilar.
Rosa Carmina, llamada "La Mujer de Fuego", no sólo fue exponente del cine de rumberas, sino también la "Reina de los Gángsters", gracias a las numerosas películas que filmó al lado de Juan Orol, de quien fue tercera esposa.
Ninón Sevilla, llamada "La Venus Dorada", debutó en 1946. Su deslumbrante belleza salvaje y su espectacular físico la hicieron la rumbera favorita de mercados como España, Francia y Brasil, donde se desempeñó como una vedette completa.
