Foto: Notimex
México D.F.- Bajo una atmósfera colmada de misticismo y tradición, el Foro Abierto de la Casa del Lago "Juan José Arreola" albergó anoche una función de la coreografía "Danza de la muerte", del actor y creador Shanti Oyarzabal.
Acompañada de la música de Jorge Reyes, quien recreó ambientes naturales, como el canto de un ave y los sonidos que emergen de los bosques, la pieza, sin diálogos, palabras ni textos, está inspirada en ídolos e impresiones de esculturas prehispánicas que rinden culto a la muerte.
Es una propuesta que representa a la muerte en acción, a partir de una gama variada de movimientos disociados y lentos, como temblores, saltos y caídas inesperadas.
La "Danza de la muerte" comienza con la representación de una figura de cerámica, la cual aparece como una escultura recién excavada; ésta poco a poco despierta y empieza a bailar sin cesar, hasta alcanzar el éxtasis, caer al suelo y romperse.
En la obra, la muerte aparece ante el espectador frágil, temblorosa, vieja, juguetona, insaciable, pero sobre todo impredecible.
Creada en 1994, la propuesta coreográfica, de siete minutos, se estrenó en la Fiesta de los Muertos, que organizó el grupo Calaca en la Casa de las Culturas de Berlín, Alemania.
La nueva versión, de la que se ofrecerá mañana una función más en el Antiguo Palacio del Arzobispado, se presentó por primera vez en el Festival Internacional de Mimos de Bélgica y luego, en 2006, en el Festival Internacional de Sibiu Rumania y en el de Statmund en Noruega.
Shanti Oyarzabal nació en la Ciudad de México, donde estudió antropología social, pantomima, danza y actuación. En 1979 recibió una beca del Gobierno de Francia para estudiar teatro y movimiento con J. Lecocq, y mimo corporal con E. Decroux.
Ha participado en varios talleres, entre ellos uno de danza butoh con el grupo Sankai-Juku, otro de movimiento actoral con Y. Lebreton y el de respiración con S. Daimon.