La poeta Minerva Margarita Villarreal (Montemorelos, Nuevo León, 1957) entrega los resultados de su repaso por la obra poética de Gabriel Zaid (Monterrey, 1934). Apartado M 8534 (antología): cicatrices en la piel de una lectora marcada por la pasión. “En esta obra, la fuerza del amor se pronuncia con ritmos que provienen de una naturaleza drástica, del silencio inclemente de los rayos solares, del vaivén encrespado de las olas [...] imán, proximidad y música”, apunta la autora de El corazón más secreto en la introducción de este compendio celebratorio.
Fábula, Sonetos en prosa, Seguimiento, Claridad furiosa, Campo nudista, Práctica mortal y Desperté: siete apartados que resumen más de medio siglo de ingeniera lúcida con la palabra. Cosmos de variados registros en que el amor y la ironía habitan estrofas epigramáticas y, asimismo, salmos hilvanados en los ecos de Garcilaso de la Vega, Lope de Vega, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo… Fábulas, sonetos (en prosa), sentencias, elegías, mitos, canciones…
Prototipos de infinitudes en música de suave galope. “Y ya el anochecer / del aire picotea / la eternidad, vencida / de pájaros voraces” (de “Templo”); “No soy el viento ni la vela / sino el timón que vela” (de “Canción de seguimiento”). Ecos gongorinos: “¡Oh, mismo inabarcable! / Danos siempre lo mismo” (de “Elogio de lo mismo”). El dístico como recurso generador de recapitulaciones precisas: “El agua se hace pájaros / contra la piedra azul” (de “Instantáneas”); “Las alas para qué, / si son errantes. // Los ojos para qué, / si son esquivos” (de “Sombras”). Ironías quevedianas: “Entre vivir y pensar, / la puerta a medio cerrar. / Ver es ser de par en par” (de “Claustro”); “Nadie sabe amor qué pide. / Bien puede pedir dinero. / Y si es amor con el dinero mide / todo en dinero” (de “Réquiem”).
Villarreal invita a penetrar un cosmos poético de radiante antisolemnidad: la gracia lírica se vislumbra a través de un diálogo perspicaz con la tradición: el autor de Cómo leer en bicicleta renueva, desde una dicción personal, los matices del canto en castellano. Versículos en que el amanecer renace en la playa, en el núcleo del misterio del día: un reloj de sol de retumbante prosodia.
