Foto Leonardo Carbajal La Razón
Un bolero para Arnaldo. Memoria personal de Cuba, del periodista, escritor y director de La Razón, Rubén Cortés se presenta el próximo 5 de noviembre por el autor, los escritores Rafael Pérez Gay, Rafael Rojas y José Woldenberg.
En la Torre Mayor, los presentadores comentarán el libro que es, a decir de su autor, “un informe familiar” sobre una Cuba que dejó de existir.
El columnista Rafael Rojas ha comentado que el libro es “un relato sobre la desaparición de una cultura en el que el cronista abre su escritura a la antropología y la historia. En poco más de medio siglo, la isla del Caribe pasó de ser una nación receptora de inmigrantes, como los abuelos asturianos y canarios del autor, a un país expulsor de una diáspora constante y heterogénea”.
“Es la historia de una familia de provincia que se forma en el inicio de la Gran Utopía de 1959, que se edifica según los códigos morales de la época anterior y los conserva, en medio de una nación que se descompone a medida que el régimen arrebata a los padres la educación de los hijos”, dijo Cortés en una entrevista, realizada por el columnista literario Carlos Olivares Baró.
Rafael Pérez Gay, quien es el editor de los textos anteriores de Rubén Cortés: Crónicas de guerra (2003); Nueve meses en la eternidad (2007); ¡Cuba, Cuba! (2009), fungirá como moderador en el acto de presentación.
Un bolero para Arnaldo también es un recuento, un ajuste de cuentas con el pasado, el cual tuvo su génesis en el fallecimiento del padre del autor. “Con la muerte de mi padre se cerró un ciclo en mi vida en la que me sentí un hijo abandonado, por padres arrancados por la muerte”, explicó.
El libro, el cuarto en la bibliografía de Cortés, habla desde la cotidianidad de cómo “dos padres casi analfabetos logran mantener a sus cuatro hijos ajenos al ‘progreso moral’ de la Revolución Cubana.
El texto describe cómo “esos padres lo consiguen, cuando los hijos les son arrancados finalmente por esa máquina de moler gente que es el comunismo”, dijo el autor.
Además es la remembranza de una “Cuba que ya no existe. Por eso siento nostalgia: sólo sientes nostalgia por algo que no existe. Si algo existe y puedes tenerlo cuando lo necesitas, no es nostalgia, eso es ‘extrañar’.
Extrañar significa que se pueden volver a poner las cosas en el estado original. Eso es imposible con mi Cuba, por eso en este informe la restituyo, en el estado que antes tenía, donde sólo es posible hacerlo: en un libro”, concluyó.