Obras maestras del Museo Nacional de Arte de China, que alberga el Antiguo Colegio de San Ildefonso del 28 de septiembre de 2016 al 19 de febrero de 2017: la exposición de arte moderno y contemporáneo más grande del gigante asiático que se ha presentado en México.
Así lo consideró en entrevista con La Razón Ery Camara, coordinador de Exposiciones del recinto mexicano, quien también comentó que la mayoría de esas piezas no se habían exhibido en nuestro país. Si bien recordó que en 2015 se expusieron en Xalapa, Veracruz, 185 piezas de arte contemporáneo procedentes del museo chino, pero no pudieron ser apreciadas en conjunto debido a que se mostraron en tres sedes.
La exposición de San Ildelfonso reúne 151 obras: óleos, aguadas, grabados, esculturas, papel recortado, marionetas de teatro de sombras y máscaras.
Forma parte de las actividades organizadas para la celebración del Año de Intercambio Cultural China-América Latina y el Caribe, y del 45 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y China.
A decir del director del Museo Nacional de Arte de China, Wu Weishan, si bien el arte de su país está abierto a Occidente, no ha perdido sus raíces milenarias.
Camara coincidió en que a partir de la apertura de China, en 1978, su arte tomó más elementos occidentales, pero sin perder su historia, lo cual, dijo, se podrá ver en la muestra.
La instalación hace un recorrido por los siglos XX y lo que va del XXI de arte chino a través de tres ejes temáticos: “Dimensiones múltiples: la aguada en tinta y color en el arte contemporáneo de China”, “Integración China y Occidente y la expresión Xieyi en el arte contemporáneo de China” y “Cantos de idilio: obras de arte popular de China”.
Una escultura de Confuncio, titulada así y creada por el director del Museo Nacional de Arte de China en 2015, es la que abre la primera sección de la muestra. A propósito de ella, Weishan comentó que el arte de su país tiene sus bases en la filosofía de Confucio y de Lao-Tse.
En ese apartado también pueden apreciarse ejemplos de pintura en tinta china, la cual es la más característica de ese país.
La segunda sección cuenta con óleos que reflejan la influencia que han tenido en el arte chino movimientos europeos de finales del siglo XIX y principios del XX, como el impresionismo y el cubismo. La pintura Un capitalino (1998), de Tlan Liming, elaborada con tinta de color, es un ejemplo de ese diálogo con Occidente, pues posee elementos impresionistas.
El concepto Xieyi que da título a esta parte de la exposición se refiere a la expresión, por parte del artista, de lo que siente su corazón. De acuerdo con Camara, es la primera vez que en México se presenta una muestra de arte chino organizada alrededor de esta noción.
La tercera y última sección, dedicada al arte popular, incluye marionetas del teatro de sombras de la dinastía Qing (siglos XVII al XX), pintadas sobre cuero, así como máscaras y papel recortado.
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