Fiebre Elena Ferrante contagia a mexicanos

5eda4dd4dbbe1.jpeg
Foto: larazondemexico

Nadie sabe quién se esconde detrás del seudónimo Elena Ferrante. ¿Es una mujer o es un hombre? ¿Alguien le ayuda a escribir sus libros? Pese a que ha concedido algunas entrevistas —vía correo electrónico— no hay fotografías de ella. Tampoco audios ni videos: no le gusta asistir a eventos públicos aunque sean para promocionar sus novelas. Pero se dice que nació en Nápoles, que tiene 73 años y que estudió filología clásica.

Aún así —o debido justamente a este misterio—, su saga Dos amigas se ha convertido en una fiebre editorial. No sólo por su número de ejemplares vendidos: más de un millón en Estados Unidos y Canadá, y cerca de 300 mil en Reino Unido. También porque ha conquistado a críticos y escritores por igual. El británico Salman Rushdie, por ejemplo, ha dicho: “la ficción seria es de Elena Ferrante”. Y la Premio Nobel de Literatura 2013, Alice Munro, el escritor italiano Roberto Saviano y el mexicano Jorge Volpi también han elogiado su obra.

La amiga estupenda, primera entrega de la tetralogía Dos amigas, llegó a México en junio pasado, tras publicarse en Italia en 2011 y en español en 2012. Desde entonces ha vendido más de 3 mil ejemplares. Y este mes fue lanzada la segunda parte: Un mal nombre. Con ella y con las dos restantes: Las deudas del cuerpo y La niña mala, que estarán en librerías en enero y marzo de 2017, la editorial Lumen, de Penguin Random House, espera seguir acrecentando las ventas en nuestro país.

“Tal vez no ha sido una macroventa en estos meses; sin embargo, yo creo que le está yendo muy bien”, comenta en entrevista con La Razón Fernanda Álvarez, editora de Ferrante en México.

La saga, que suma cerca de dos mil páginas, gira alrededor de la amistad de Lenú y Lina, dos mujeres que crecieron en la ciudad italiana de Nápoles después de la Segunda Guerra Mundial. La primera parte, Dos amigas, arranca con la noticia de la desaparición de Lila (quien ronda los 60 años de edad igual que Lenú) y da un salto al pasado para narrar el origen de su relación. Mientras que Un mal nombre continúa la historia de las protagonistas cuando ya son unas jóvenes.

¿Pero qué es lo que tiene de extraordinaria esta saga?, se le pregunta a la editora: “Una de sus virtudes es que dibuja la vida de un barrio que está en reconstrucción y conforme avanzas en la lectura vas formando parte de cada una de las familias que lo habitan, desde aquellos personajes impresentables hasta los amigos que son fieles hasta el final”, responde.

Sobre la identidad secreta de Ferrante, Álvarez recuerda que que hay muchas teorías al respecto: desde que es hombre hasta que sus libros son escritos a cuatro manos, por el escritor napolitano Domenico Starnone y su esposa, la traductora Anita Raja. Pero ellos lo han negado.

Pero ¿ese misterio forma parte de una estrategia de mercadotecnia? A decir de la editora, lo valioso de éste es la idea de Ferrante de que la obra perviva si lo amerita, al margen del nombre: “Eso devuelve a la literatura un romanticismo que a mí, como lectora, me da esperanzas”.

Temas: