El arte abstracto no es como lo pintan... resulta menos complejo

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Foto: larazondemexico

Muchas veces el arte abstracto carga con el prejuicio de que es ininteligible, complejo y que sólo resuelve las incógnitas de su creador. El Museo Carrillo Gil presenta una exposición para acercar a la gente a este tipo de expresiones de una manera lúdica y accesible.

“El público está ligado a una idea de abstracción que no alcanza a leer, no le ve una estructura legible a diferencia del arte figurativo. Es una buena oportunidad para que se lleve una buena impresión de cómo se puede leer una obra abstracta, a partir de un tema específico como lo es el paisaje”, comentó la curadora Paula Duarte.

Después del paisaje. Abstracción en la Colección MACG, es una instalación integrada por más de 50 piezas de los artistas plásticos Gunther Gerzso, Wolfang Paalen, Luis Nishizawa, Kishio Murata y Mathias Göeritz. Las obras pertenecen a la colección personal de Alvar Carrillo Gil, en las que destacan diversos paisajes desde la perspectiva abstracta, en donde el color, la forma y la línea se vuelven esenciales.

Muchas veces las personas evitan el arte abstracto porque cree, que es muy complejo o toca temas difíciles. “Al propio Carrillo Gil le molestaba esta desvinculación entre la figuración y la abstracción porque finalmente es un circuito que se conjunta y que no tiene que ser dispar. Son dos maneras de ver el mundo, pero finalmente los temas de inspiración son los mismos”, detalló.

La museografía de esta muestra está complementada por varios textos en los que la gente tiene la posibilidad de conocer los temas recurrentes de los artistas.

Travesía entre lienzos. El recorrido comienza con el trabajo de Gunther Gerzso y piezas como La torre (1955), Estela Blanca (1950) y Paisaje clásico (1960), en diferentes técnicas: óleo sobre tela, óleo sobre madera y técnica mixta.

Después, continúa con cuatro obras en pequeño formato de Kishio Murata, las cuales se presentan juntas por primera vez y que Carrillo Gil compró después del primer salón de artistas contemporáneos de Tokio, al quedar asombrado del dominio técnico y la pintura alegre, optimista y bella del artista japonés.

En el caso de Luis Nishizawa, se puede apreciar una serie de piezas que profundizan en el trabajo del creador mexicano sobre las rocas y las nubes.

Llama la atención una serie de grabados al aguafuerte del escultor, arquitecto y pintor mexicano de origen alemán Mathias Göeritz, que fue prestada por la familia de Carrillo Gil para esta exposición.

Por último, se presenta la propuesta de Wolfang Paalen, que destaca por su colorido en tonos pastel en obras como Migración de Yucatán (1959), Composición de Colores (1959) y Bañistas (1959).

La exhibición da cuenta de la pasión de Carrillo Gil, quien apostó por estos artistas y el lenguaje abstracto, a mediados de los cincuenta del siglo pasado.

“Luego de realizar la investigación que derivó en esta muestra, tenemos la hipótesis de que después de dedicarse al lenguaje figurativo, el muralismo mexicano y a todo este arte con tanto potencial nacional, él se desencantó por este rigor y esta radicalidad que el mismo muralismo impuso.

Desvincularse de esa faceta le hizo encontrar en el lenguaje abstracto otro tipo de normativas, expresiones y lenguajes, ligados también a una identidad mexicana, porque muchas de ellas están elogiando cierto tipo de arquitecturas y estructuras prehispánicas, ciertos lenguajes topográficos, de evidencias de fauna y flora”, concluyó.

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