El arquitecto tapatío Luis Barragán cumpliría hoy 115 años. Entre sus muchos reconocimientos está el ser el único mexicano que ganó el Premio Pritzker en 1988. Pero mientras su legado arquitectónico sigue firme en zonas como el Pedregal de San Ángel, Tacubaya, Satélite, Estado de México, Acapulco y Jalisco, su archivo de casi 13 mil bocetos, dibujos y fotos de sus obras tomadas por Armando Salas Portugal, continúa inaccesible y celosamente custodiado en Suiza.
El cumpleaños del arquitecto, cuyo sello principal es la mezcla de estilos tradicional vernáculos mexicanos, amplios jardines y espacios luminosos, se celebrará con sigilo, tras la polémica exhibición-performance que el año pasado propuso la artista conceptual Jill Magid, en la que consiguió permiso de la familia para convertir medio kilo de las cenizas de Barragán en un diamante de 2.2 kilates que sería montado en un anillo para intercambiarlo con Rolf Fehlbaum y Federica Zanco, los celosos custodios del archivo profesional de Barragán en Suiza.
La controvertida muestra de Magid, The Proposal, cerró el 10 de diciembre pasado en el Instituto de Arte de San Francisco y además de exponer el anillo y una extensa carta dirigida a Zanco, documentaba la obtención de la cenizas en septiembre de 2015 en Guadalajara y el insólito viaje a Suiza para “seducir” a Zanca y tal vez cautivarla para que regrese el archivo a México.
El disputado archivo profesional quedó en custodia del socio de Barragán, Raúl Ferrera, quien después se suicidó y pasó a manos de su viuda, que lo vendió. Fue comprado en 1995, a precio de tres millones de dólares, por el empresario de muebles suizo y director de Vitro como regalo de compromiso para su entonces prometida Federica Zanco.
Este maquivélico pero artístico plan fue apoyado por la familia, quien votó por unanimidad apoyar a la artista, e incluso las autoridades culturales de Guadalajara, como la secretaria de cultura de Jalisco, Myriam Vachez y el diputado local, presidente de la Comisión de Cultura, Nelson García, quienes estuvieron presentes en la exhumación de las cenizas en la Rotonda de los Hombres Ilustres de Jalisco.
Así, una mañana de septiembre del 2015, Magid accedió al nicho y tomó una bolsa con los preciados restos. Después viajó a NY y en mayo de 2016 lo hizo a Suiza para “seducir” a la hermética Zanco, quien consideró la propuesta una “telenovela en el país del realismo mágico”.
Si un final claro para la “telenovela”abor de Barragán, la artista conocida por cuestionar con sus propuestas el poder, el acceso y los derechos de autor de un legado artístico. Con The Proposal, también exhibida en la Galería Labor de la capital mexicana con el nombre Exvoto, Magid reflexionaba “?Qué pasa con el legado de un artista cuando es propiedad de una corporación y sujeto a leyes de un país donde no hay ninguna de sus obras? ¿Quién puede tener acceso? ¿Quién no?
Según la voluntad de Barragán, su archivo se dividió en dos partes. Junto con la mayoría de sus edificaciones, el archivo personal del arquitecto permanece en México en su Casa Barragán, declarada por la Unesco Patrimonio Mundial de la Humanidad. De ella el arquitecto Louis Isadore Khan dijo: “No es una simple casa es LA casa”.
En 1995, el archivo profesional, incluyendo los derechos de su nombre, trabajo y de todas las fotografías tomadas de ellos pasaron a ser administrados por Zanco, a la postre directora de la Fundación Barragán. En los últimos 20 años no se ha permitido el acceso a ningún investigador, ni siquiera a los estudiosos de la obra de Barragán y el acervo se guarda en el bunker del corporativo Vitro.
La “poética” propuesta de Magid generó polémica entre la población mexicana, exhibió los vacíos legales, institucionales, nacionales y propiedad legal que imperan en el arte mexicano. A pesar de no haber recibido respuesta satisfactoria a su Propuesta, la artista asegura que no sólo exhumó los restos de Barragán sino que abrió la posibilidad de sacar su legado artístico de la boveda de la cerrazón para volverlo a la vida.
TODOS ARTISTAS CONCEPTUALES
Magid escuchó por primera vez en 2010 sobre el hermético archivo y elaboró un plan donde quería juntar todos los elementos de la historia: la arquitectura, el archivo, las peleas por él y el mismo Barragán.
“¿Cómo se inserta uno en la vida de un hombre muerto?”, relató la artista a The New Yorker.
El encuentro con la familia fue filmado por la documentalista Laura Poitras, en el edificio de la Universidad Católica del centro tapatío. Todos estaban asombrados, la nieta de barragán lloraba, Hugo Barragán Hermosillo, el sobrino de Luis Barragán, tomaba fotos. Aún no estaba montado, era la piedra en bruto que no necesitó millones de años para formarse sino sólo 6 meses. “En ese momento todos se volvieron artistas conceptuales”, dijo Magid.
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