Tener 90 años no es un impedimento para que la artista plástica Lucinda Urrusti, miembro esencial de la Generación de la Ruptura, se mantenga activa; y aunque es mayormente conocida por su amplia producción de retratos, posee un amplio y extraordinario trabajo centrado en la abstracción, del cual una selección es exhibida en la galería Proyectos Monclova, aglutinados en una muestra homónima.
“Cuando fuimos a su estudio vimos su trabajo de retratos, el cual es más académico, los desnudos, y estas piezas que son experimentaciones de materiales, que casi se vuelven objetos, y la parte que se nos hace increíble, sobre todo considerando que esto era algo que ella ya hacía desde finales de los 50, es la investigación pictórica que hace sobre formas, materialidades y texturas que realmente van más allá de la pintura”, detalló a La Razón Polina Stroganova, directora de Proyectos Monclova.
“La Ruptura era un grupo que no se llamaba como tal; y ellos, más que hacer una confrontación, repensaron las posibilidades de la pintura”
Polina Stroganova
Artista
Las piezas de la muestra se enfocan en la investigación de materiales como pintura, madera y alambre, y aunque son sumamente pictóricas hacen énfasis en los pliegues y texturas. Además, se realizó una recreación del estudio de Urrusti donde, además de sus muebles y objetos, habitan naturalezas muertas.
“Nos sentimos impulsados por recrear su estudio tras visitarlo, nos impresionó: es una casa increíble con una luz espectacular que genera un gran ambiente y que posee objetos que reaparecen en sus pinturas. Por ello pensamos que sería interesante generar este contexto para los visitantes y que entendieran un poco más sobre sus procesos y comprender su obra dentro de su contexto”, explicó.
“La abstracción es algo que Lucinda lleva haciendo desde los 70, y es una producción de suma importancia porque es una posición estética única en México”
Urrusti no teme a la experimentación con materiales: una de las piezas fue resultado de colocar una “paloma” de pirotecnia sobre el lienzo y explotarla, “creó una textura y forma muy interesantes; lo quemado resultó con la forma de un pájaro”.
“Hay gente que le lleva cosas a su estudio y ella las utiliza para crear: una vez le dieron un tapete de bienvenida y la textura le fascinó… Sus piezas exploran las posibilidades abstractas de objetos, le fascina el potencial creativo que pueden ofrecerle las cosas a su alrededor; su proceso creativo es orgánico e intuitivo”, señaló Stroganova.
La mayor parte de las exposiciones del trabajo de Urrusti se han centrado en su figurativismo, por ello la exposición pretende abrir el panorama en cuanto a su obra y voltear la mirada hacia su producción abstracta.
“La abstracción es algo que Lucinda lleva haciendo desde los 70, y es una producción de suma importancia porque es una posición estética única en México; pocos hacían algo similar”, aseguró.
La también curadora infiere que no se ha volteado ver tanto el lado abstracto de Urrusti debido a que siempre lo figurativo “es más sencillo de digerir”: “Lucinda es una pintora increíble poseedora de una técnica espectacular, y eso se nota en su trabajo figurativo; siempre es más fácil relacionarse con algo que resulte muy familiar a la vista o representativo”.
“Urrusti se merece una revisión de su lado abstracto, nos ofrece un mundo poético y nos presenta aspectos muy vigentes en la pintura contemporánea; es importante que el espectador no se quede sólo con los brands de la historia del arte mexicano y que dedique un poco su mirada a descubrir maravillas como éstas”, concluyó.
El Dato: Proyectos Monclova presentó el sábado pasado Chronos y Kairos, del británico Julius Heinemann, quien exhibe Dinge und Undinge (o las formas de las cosas).
