Elevadores sin servicio, puertas sin manijas, lámparas dañadas, cámaras de vigilancia con años sin uso, bebederos inservibles y contactos de electricidad y adoquines deteriorados se observaron durante un recorrido que hizo La Razón en la Biblioteca Vasconcelos, que se mantiene cerrada al público, ya que trabajadores del Sindicato Nacional de Cultura denuncian la falta de mantenimiento y de materiales para realizar sus labores.
“Prácticamente, se le deja en el olvido. La promueven como una biblioteca de primer nivel, pero el mantenimiento es de cuarta”, dijo en entrevista con este diario Luis Martínez, quien desde 2017 trabaja en la Vasconcelos, en Buenavista, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México.

De los 12 elevadores que tiene el inmueble, siete no se ocupan, algunos tienen letreros con la leyenda “fuera de servicio” o en las puertas hay conos naranjas para advertir que no se pueden usar.

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- El Dato: Hace casi 19 años se fundó la Biblioteca Vasconcelos con un acervo de 600 mil libros. Además de colecciones de material multimedia, infantil, en sistema Braille y música.

Mientras que los baños de hombres presentan diversas afectaciones: al menos dos puertas no tienen manijas y en su lugar se han puesto jergas o alambres para cerrarlas, dos lavabos tienen problemas de goteras. Al lado de un escusado había una coladera sin tapar.

En el recorrido también se observó que los bebederos no funcionaban e incluso a uno le faltaban partes.
En el piso 7, algunas lámparas no funcionaban y una tenía un cable pelado. Luis Martínez señaló que en las noches, como ese espacio tiene poca iluminación, se han presentado actos de connotación sexual entre las parejas de jóvenes que acuden al lugar.

En la planta baja, denunció el trabajador, las cámaras de seguridad no sirven y es un problema que se arrastra desde 2018.

“Éstas empezaron a dejar de funcionar en 2018, ya no había un sistema de circuito cerrado donde antes se vigilaba y fueron deteriorándose. Dejaron de funcionar las pocas que quedaban en los años posteriores. Este tema de las cámaras ni siquiera le corresponde a la actual administración, se venía arrastrando desde el maestro Daniel Goldin (director de la biblioteca de 2013 a 2019)”, dijo Luis Martínez, quien aseguró que vio que el deterioro de la Vasconcelos incrementó hace más de seis años y ha continuado, por lo cual decidieron no abrir el recinto hasta que se resuelvan sus principales demandas.

Por otra parte, en una puerta, a falta de candados, se sujeta con una tabla. Y en un espacio que antes era de área verde en la zona exterior de la biblioteca, ahora está sin pasto.

Señaló que lo más urgente es que “es el mantenimiento, principalmente de los elevadores, porque ahí los compañeros y los usuarios corren el riesgo de quedarse atorados y ya no funcionan tantos. El segundo, es mantenimiento en los baños y contar con insumos de trabajo”.

Comentó que para la conservación de los libros, algunos trabajadores han tenido que comprar franelas, brochas, adhesivos para quitar el pegamento de los lomos y pastas para encuadernación, entre otros materiales.
Asimismo, Luis Martínez agregó: “El abasto de agua para beber lo estuvimos comprando nosotros. Se ha vuelto una práctica común que en los últimos meses, al inicio de mes, nos dejan sin agua para beber”, aseguró sobre las necesidades de la Biblioteca Vasconcelos a cargo de José Mariano Leyva Pérez Gay.

Por su parte, Francisco Ramos Zúñiga, secretario seccional del Sindicato Nacional de Cultura, dijo a este diario que la situación con “las autoridades de la Dirección General de Bibliotecas ya es insostenible”, ya que han tenido diversas mesas de trabajo, pero en las que no ha estado Rodrigo Borja, director general de Bibliotecas.
“Ya mandé un pliego petitorio. Solicitando la presencia de la secretaria Claudia Curiel, pero entiendo que su agenda no lo va a permitir. Entonces, estoy solicitando que la titular de la unidad nos atienda”, comentó.

