Entrevista con Miguel Mancillas

Lo que tengo, nadie me lo ha dado: director de Antares

El titular de la compañía de danza contemporánea destaca que su proyecto es democrático; Instituto Sonorense de Cultura argumenta que desalojo es para “democratizar espacios”

Antares en una función de Las buenas maneras.
Antares en una función de Las buenas maneras. Foto›Ricardo Ramírez Arriola/DAnza UNAM

Durante 38 años, el salón Beatriz Juvera de la Casa de Cultura de Sonora fue sede de Antares Danza Contemporánea. Un espacio en el que no solamente se ensayaban las obras creadas por su director Miguel Mancillas, sino también un lugar de formación de diversas generaciones en el que maestros de la talla de Michel Descombey y Guillermina Bravo compartieron sus conocimientos, donde se impartieron cursos y conferencias. A días de que el grupo fuera sacado de este sitio por el Instituto Sonorense de Cultura, bajo el argumento de democratizar, el coreógrafo espera que se reconsidere esta decisión y se valore el trabajo que durante casi cuatro décadas han hecho en la entidad.

“Desde mi punto de vista, el espacio se ha democratizado por años, mucha gente llega a compartir conocimiento. Me decían que lo que teníamos eran privilegios, pero todo lo que he trabajado ha sido para compartir, lo que tengo, nadie me lo ha dado”, dijo a La Razón el coreógrafo y director de Antares Danza Contemporánea, Miguel Mancillas.

El creador de la obra Las buenas maneras contó que recibió una carta del Instituto Sonorense de Cultura para desocupar el salón. Pidió que lo esperaran hasta el 12 de julio para realizar el Núcleo de Verano, que existe desde hace 15 años, el cual incluye clases y maestros invitados. Sin embargo, la respuesta fue que tenían que salir de la Casa de la Cultura de Sonora. De acuerdo con la dependencia, ahora los salones “operarán bajo un esquema de uso compartido y calendarizado, para asegurar el acceso equitativo de todos los grupos artísticos”. La asignación la hará la Coordinación de Casas de la Cultura.

“Hay otra área de danza, yo sugería que si la gente quería salones estaban esos que están vacíos, no se utilizan por la mañana, pero no, era en particular el salón que hemos acondicionado para dar las clases, las charlas, todo lo que hacemos en general”, compartió.

Ante la insistencia del instituto de desalojar el espacio, la compañía lo hizo el pasado viernes, pero el coreógrafo espera que lo puedan reconsiderar el Gobierno estatal y la Secretaría de Educación y Cultura local. Ayer tuvo una reunión en ésta última.

“Hace tres años que empezó esta administración y desde el principio me presenté. Siempre lo que hago es ir y explicar lo que hacemos. En general, siempre lo han visto como ventaja, lo único que pido en Sonora es el uso del espacio, porque todos los recursos que el grupo gestiona los tenemos de la Federación. Todas las actividades que hacemos, ya sea el Núcleo de Verano o Letras y Cuerpos, son gratuitas para la comunidad,”, dijo.

Miguel Mancillas consideró que el trabajo de Antares ha dado buenos resultados. “Siempre he podido trabajar en otro lugar, pero me ha parecido valioso hacerlo aquí (en Sonora), porque aquí me enfrenté con la danza. Me siento orgulloso de los resultados, porque muchísima gente de nuestra escuela ya está a nivel profesional fuera de Hermosillo y de México. Hemos tenido muy buenos resultados para ser una compañía independiente en vulnerabilidad absoluta siempre. Cada vez tengo que estar gestionando cómo sostenerme, cómo estar”, comentó.

Dijo que espera que esta situación que enfrenta abra la discusión sobre crear más espacios para las compañías. “Tenemos que entender que los esfuerzos que se han hecho por años no los podemos parar, esta visión del arte debe seguir siendo diversa, amplia, solidaria, buscar que los proyectos no se vulneren. No porque parezca que ya son, significa que está resuelta la situación, seguimos sin tener los derechos laborales mínimos. Tenemos que construir más espacios”, dijo.