Después de 20 años de un arduo trabajo, la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa fue declarada ayer en Nueva Delhi, India, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por ser una manifestación que va “más allá de sus raíces religiosas”, pues también “promueve la cohesión comunitaria, fomenta la solidaridad y preserva el patrimonio cultural gracias a su vínculo con las artes y la artesanía tradicional”.
Este reconocimiento lleva implícito un plan de salvaguarda para que la tradición se conserve tal y como hoy existe, además, refrenda el compromiso de seguir transmitiéndola a las nuevas generaciones.
- El Dato: ESTA TRADICIÓN inició cuando la comunidad se comprometió a organizar una procesión en agradecimiento por haber sobrevivido a una epidemia de cólera en el siglo XIX.
“Tuvimos que hacer un plan de salvaguarda para hacer todo lo posible para que esta representación siga como hasta el día de hoy sin que se tenga que perder algún detalle de manera específica y, en caso de que tengamos algún riesgo de perder algo, tenemos que buscar la alternativa para que sigamos haciendo exactamente el mismo procedimiento. Por ejemplo, en el caso de la Cruz, tienen que estar los personajes; en la corona de espinas hay un proceso específico, especial. Inclusive las espinas que se toman en cuenta para hacerla son de algunos pueblos aledaños a la alcaldía. Nos obligamos a salvaguardar la representación tal y como está”, explicó a La Razón Sandro Alvarado, tesorero del consejo directivo del Comité Organizador de Semana Santa en Ixtapalapa A.C. (COSSIAC), que junto con la Secretaría de Cultura federal el Gobierno de la Ciudad de México y la alcaldía Iztapalapa, impulsó este reconocimiento.
Sandro Alvarado también resaltó que otro de los objetivos que se han planteado es transmitir esta manifestación entre las generaciones más jóvenes, quienes cuando visitan otros lugares del país o del mundo al decir que son originarios de Iztapalapa, siempre les resaltan que conocen la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
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“El objetivo será resguardar nuestra representación, que las generaciones que sigan adelante de nosotros la conserven. Estamos orgullosos del gran paso que dimos y es para el futuro. Es una tradición viva que está conformada por los habitantes de los ocho barrios de Iztapalapa y que queremos dejar como trascendencia hacia las próximas generaciones”, dijo.
Comentó que siempre tratan de impulsar la participación de los más jóvenes para que sientan esta representación como parte de su identidad. “Lo que nosotros hacemos con los chicos es motivarlos, buscamos que se sientan identificados, sobre todo los que viven dentro de los ocho barrios de Iztapalapa, para que sean parte de la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo”, detalló.
Sandro Alvarado explicó que otro gran compromiso es salvaguardar el archivo, que ahora es más robusto, pues para postularse para entrar a la lista de la UNESCO tuvieron que indagar en la representación desde sus inicios, en 1843.
“Con la elaboración del expediente hemos tenido la necesidad de acudir con todos los vecinos de Iztapalapa que tienen más conocimiento que nosotros y han participado más; tratamos de rescatar un archivo histórico desde 1833. Tenemos ese expediente que hoy nuestra obligación es resguardar. Lo tenemos de manera electrónica, porque así fue como lo tuvimos que mandar a la UNESCO, y en la casa de los ensayos tenemos un lugar donde está nuestro archivero; ahí contamos con toda la documentación que se utilizó para armar no solamente este expediente”, detalló y agregó que desde 2005 empezaron el proceso para ser reconocidos.
Ahora que la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa tiene esta declaratoria, no descartan que el próximo año y los siguientes rebasen los dos millones 238 mil asistentes que registraron en 2025, por lo que ya se preparan, pues hasta ahora no sólo convocan a turistas nacionales, sino internacionales de al menos 34 países.
“Con este nombramiento sí estamos analizando que para el siguiente año, lo más probable, es que vengan más visitantes, entonces vamos a trabajar con el Gobierno de la Ciudad de México para tomar las medidas pertinentes para que los visitantes que vengan, que estén salvaguardados y puedan ver el evento”, dijo.
Finalmente, Sandro Alvarado celebró que esta representación siga existiendo gracias a la organización que han tenido y a la solidaridad de los habitantes de Iztapalapa, quienes desde los preparativos hasta que se realiza el evento, donan comida, llevan refrescos, adornan sus casas.
“En estos últimos años muchos vecinos ponen unos tapetes florales para que pase el actor principal. Es una participación sin que nosotros tengamos que decirles lo que tienen que hacer, ellos de manera voluntaria lo aportan”, compartió.